El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, volvió a autorizar la celebración de las misas, siempre y cuando haya un metro de separación entre los fieles. Este anuncio surge después de que el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz, diese a conocer las disposiciones de urgencia por la crisis del coronavirus. "La espiral creciente en el contagio del coronavirus COVID-19 hace que tengamos que salir al paso de los nuevos escenarios que piden una responsable y urgente nueva toma de decisión", aseguró. Entre estas medidas estaba cerrar todos los templos parroquiales, iglesias y capillas, no pudiendo tener celebraciones sacramentales ni actos de piedad con personas que libremente tengan acceso. Igualmente, quedaban suspendidos los calendarios litúrgicos con las diversas celebraciones previstas para la Cuaresma y la Semana Santa en todas las iglesias. Se extendía esta decisión a toda otra celebración sacramental, funerales y exequias, ahora autorizadas con restricciones.