ArcelorMittal rechazó ayer parar alguno de sus talleres asturianos para prevenir el riesgo de contagio del coronavirus entre su plantilla, tal y como le exigían los tres comités de empresa de la multinacional en Asturias (los de Gijón, Avilés y Aboño) y los sindicatos. La dirección del departamento de recursos humanos mantuvo una reunión con los representantes sindicales en la que sí se comprometió a incrementar las medidas de seguridad. Aunque matizó también -ante la protesta de los trabajadores- que el protocolo de actuación que se está llevando a cabo está por encima de las recomendaciones del Ministerio de Sanidad.

La compañía también informó al comité de que no había ningún caso de contagio en las fábricas. Solo hay un trabajador infectado por el coronavirus, pero que no tuvo contacto con su entorno laboral, matiza un comunicado sindical. Otros cuatro empleados están cumpliendo cuarentena en sus casas, tal y como exigen los protocolos, aunque se apunta que tampoco han tenido contacto con sus compañeros de los talleres.

Fuentes de la siderúrgica señalaron que el plan de contingencia está preparado "por si fuera necesario actuar en caso de que se detecte algún caso". Se tomarían medidas similares a cuando hay algún accidente en las instalaciones y se mantendría una colaboración estrecha con las empresas auxiliares.

Durante la reunión, los comités de empresa plantearon parar alguno de los talleres como medida preventiva. La empresa dijo que "no hay ninguna instrucción gubernamental que obligue a parar la actividad". CC OO anunció anoche la presentación de una denuncia ante la Inspección de Trabajo por falta de medidas sanitarias en las instalaciones de los hornos altos de Veriña.