Es uno de los deportistas asturianos más consolidados a nivel nacional. Sus éxitos han ido de la mano de una gran disciplina. Una seña de identidad que el piragüista Javier Hernanz (Arriondas, 1983) no pierde en estos momentos en el que el virus COVID-19 ha impactado en los pulmones de la sociedad. A pesar de que el parragués lucha por estar en los próximos Juegos Olímpicos de Tokio 2020, prioriza la salud y quiere servir de ejemplo desde Madrid a las personas que se fijan en él cuando palea. También pide "una medalla de oro" para los trabajadores de la sanidad pública.
- ¿Cómo está viviendo esta situación tan especial?
-Fui previsor porque los piragüistas italianos me avisaron de cuál era la situación en su país y de las medidas que era necesario tomar para evitar contagios. Fuimos muy cautos con todo desde hace varias semanas, cada entrenamiento limpiábamos exhaustivamente todos los materiales que usábamos en el gimnasio, por ejemplo. Para el resto de la vida, siempre utilizo guantes y mascarilla, es fundamental.
- La Comunidad de Madrid, donde se encuentra, es la más afectada.
-Aquí ha pasado todo como tres o cuatro días antes que en el resto de provincias. Se formó un caos tremendo. La gente tiene que ser cívica, a pesar de que vivimos una situación muy complicada más allá del virus porque las grandes empresas internacionales están despidiendo a miles de personas. Lo peor es que por no crear alarma social no se ha visto la realidad que llegaba desde Italia.
- ¿Percibe que la sociedad está actuando acorde a lo que se le ha pedido?
-La sociedad está actuando acorde a lo que se les ha transmitido. Se ha dicho que es como la gripe y esas noticias no han ayudado, en mi caso veía que no era una gripe más, sabía la que se había montado en Italia, que ha sido gordísima. La población ha seguido un poco las directrices que se dieron a través de la televisión.
- Mucha gente ha salido de Madrid con destino a otros puntos del país con el riesgo de contagio que suponía.
-Está muy mal hecho. Pensaron que no tenían trabajo o clase y dijeron, me voy a la costa o a Asturias, pero creo que actuaron acorde a lo que les han indicado, faltó información. El problema es muy serio, es una pandemia que se extiende el cuádruple de rápido que una gripe y con un alto riesgo para la gente de más de 60 años, ahora creo que la población está más concienciada.
- Al igual que en los deportes en equipo, ¿es el momento de unirse?
-Por supuesto. Creo que tenemos que estar todos unidos y ser lo más cívicos y responsables posible con todos nuestros actos. Todos tenemos gente en nuestra vida que está dentro del grupo de riesgo, hay que pensar mucho en ellos. También tenemos que ser muy solidarios con los sanitarios, que están trabajando sin parar las 24 horas.
- Como deportista de élite, mucha gente se fija en su actitud.
-Intentamos dar ejemplo desde el primer día que se conoció la noticia, creo que todos los miembros del equipo de piragüismo recomendamos esas medidas de precaución.
- ¿Ha adaptado su entrenamiento y el resto de su vida?
-Todo. Estoy encerrado. Solo se sale para ir a la compra una vez cada cuatro o cinco días para tener lo imprescindible para vivir. Después en casa uno se adapta como puede con un gimnasio con cuatro pesas en la esquina que me sirven para ejercitarme. Al final hay que adaptarse, como todo el mundo, es lo que toca, es el momento de mirar por la población, por nuestra gente mayor y por nuestros familiares. Tenemos que ser todos solidarios y poner todos de nuestra parte.
- En su caso mira a Tokio 2020. ¿Le hace ser más cuidadoso aún?
-Sé de la importancia que tiene cuidarse mucho porque tenemos que estar preparados para los clasificatorios de Tokio, si es que en agosto se celebran los Juegos, que no está claro. Cada país está haciendo sus test porque no les está afectando tanto la pandemia, así que cuando todo pase hay que estar lo más preparado posible.
