Además de construir hospitales en tiempo récord o de vigilar las ciudades con drones para llamar la atención y asegurar el éxito de las cuarentenas, China trató en algún momento a sus poblaciones de riesgo de forma diferente a como lo está haciendo España. Para los infectados leves y sus contactos estrechos se descartó en algún caso la cuarentena domiciliaria que se está aplicando aquí. En su lugar, y con el propósito de contener la propagación del virus de los contagiados asintomáticos o leves y sus familiares se habilitaron algunos centros específicos, en algún caso en hoteles como los que se han ofrecido en España para colaborar en el combate contrala enfermedad. Uno de ellos se derrumbó el pasado 7 de marzo, causando una decena de muertos en una de las tragedias asociadas a la propagación del coronavirus en el gigante asiático.