Centros sanitarios semivacíos porque los enfermos leves se quedan en casa. Edificios públicos que pueden convertirse en hospitales. Médicos y enfermeras que atienden por teléfono a sus pacientes. Enfermos urgentes que no tienen más remedio que buscar asistencia. Facultativos jubilados que se ofrecen para retornar a la actividad. Estudiantes de carreras sanitarias que se preparan para ponerse la bata antes de haber terminado sus estudios. Sistemas de clasificación de enfermos en la zona exterior de los hospitales, con el fin de establecer circuitos para evitar más contagios...

La sanidad asturiana se ha puesto en pie de guerra contra la pandemia por coronavirus. El COVID-19 produce mucho miedo en todo el mundo y ha paralizado la vida de las personas. Sin embargo... en la región sólo ha afectado hasta la fecha a 189 personas, de las cuales el 81 por ciento presentan síntomas leves.

Así de desconcertante, así de grave y de nimia, es la batalla que el planeta entero disputa contra el nuevo patógeno de origen chino. Una batalla cuyas características en el Principado fueron esbozadas ayer por el director general de Salud Pública, Rafael Cofiño, y la gerente del Servicio de Salud del Principado (Sespa), Concepción Saavedra, en el transcurso de una rueda de prensa telemática.

Esto es lo que ya tenemos y lo que podemos tener -o no- en función de cómo evolucione el ritmo de contagios.

Panorama de la pandemia en Asturias. "No estamos en una situación de transmisión comunitaria, aunque haya algún contagio comunitario. En consecuencia, el escenario epidemiológico es bueno", subrayó Rafael Cofiño, quien añadió: "El 81 por ciento de los casos sigue siendo personas con patología leve".

Los números en la región. Al mediodía de ayer, la cifra de afectados por el COVID-19 en Asturias era de 189, lo que implica un aumento de 47 en las 24 horas anteriores. De ellos, 32 están hospitalizados en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA): 28 en planta y 4 en la unidad de cuidados intensivos (UCI). Del total de afectados, en 110 o 115 se conoce la cadena de transmisión del virus.

Recursos públicos. La red sanitaria del Principado dispone actualmente de 2.745 camas hospitalarias y 151 de UCI, más las unidades de reanimación quirúrgica. Además, están operativos 342 respiradores en los espacios de UCI. Se trata de una estructura amplia si se la compara con los cánones a nivel nacional.

Uso de la red sanitaria privada. La nueva normativa permite a las comunidades autónomas asumir el control de los recursos sanitarios de titularidad privada. Las autoridades de Asturias explicaron que, por el momento, "entendemos que con el sistema sanitario público tenemos unos recursos bastante amplios", aunque "en fases posteriores no descartamos contar con todos los servicios y profesionales concertados y privados".

Otros espacios públicos para enfermos. Como ya se ha indicado, la red sanitaria regional es muy extensa. Con todo, la Consejería de Salud busca espacios públicos con vistas a que sean habilitados para atender, si fuera necesario, a los infectados por el nuevo coronavirus que sufran síntomas más leves y no tengan posibilidad de cumplir la cuarentena aislados en sus domicilios.

Cambio de protocolo en los tests del coronavirus. Ante el aumento de casos de COVID-19, y con el fin de "optimizar recursos materiales y humanos", ya se ha dejado de realizar el análisis virológico a las personas con sospecha de infección con síntomas leves, que deberán permanecer aisladas en sus casas y serán objeto de seguimiento médico telefónico. No obstante, se les contabilizará como casos. En cambio, sí se continuará efectuando el test "a los enfermos que sean hospitalizados, a los profesionales sanitarios que muestren sintomatología, a colectivos de servicios esenciales y a las personas vulnerables institucionalizadas en residencias de mayores", precisó Concepción Saavedra.

Profesionales sanitarios afectados por el coronavirus. Según la gerente del Sespa, en la región están infectados o en situación de aislamiento preventivo en el momento actual 140 profesionales, de los que 44 pertenecen al área sanitaria IV, con cabecera en Oviedo.

Reorganización de los servicios. En atención primaria se reagrupará a los profesionales en diferentes centros, con un sistema de triaje (clasificación de pacientes en función de su patología) a la entrada. En los hospitales se agilizarán las altas para tener el mayor número posible de recursos disponibles. En los hospitales grandes, las zonas de triaje estarán ubicadas en el exterior. Los profesionales sanitarios que queden más liberados apoyarán en la atención de los enfermos de coronavirus y del resto de urgencias que se presenten.

Contrataciones y refuerzos. El Sespa está elaborando una lista de residentes, de profesionales extracomunitarios, de profesionales que todavía no han optado al MIR, de jubilados que nos han llegado a los 70 años. Por el momento, se prolongarán los contratos de los médicos residentes. El Principado podrá contratar a estudiantes de carreras sanitarias que estén cursando el último año, medida que aún no se ha puesto en marcha.

Mensaje general para los usuarios de la sanidad. Se suspende toda la actividad programada demorable en cirugía, consultas y pruebas. Se atenderá a los enfermos urgentes y con patología oncológica. Se prestará atención sanitaria telefónica a quienes la requieran.

Los vecinos del Cristo piden recuperar el viejo HUCA, pero el Sespa lo descarta

El Principado descarta recuperar las instalaciones del viejo Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), en el barrio ovetense del Cristo, en la batalla contra al coronavirus. "No hay luz ni agua ni condiciones: no es posible", subrayó ayer la gerente del Servicio de Salud (Sespa).

Entre tanto, el colectivo vecinal SOS Viejo Hospital propone habilitar edificios del antiguo HUCA -que dejó de prestar servicio en 2014- para hacer frente al COVID-19. "Queremos aportar posibles soluciones", sostiene el colectivo, que subraya que en otros países se han visto obligados a levantar hospitales de emergencia. "De llegar esta situación, en Asturias tenemos edificios que hasta hace poco cumplieron esa función y que se pueden habilitar", afirma este colectivo en alusión al complejo sanitario de El Cristo-Buenavista. Según algunos conocedores del sistema sanitario, no parece descabellado pensar en el Centro de Referencia Estatal de Enfermedades Neurológicas (Credine) de Langreo, que aún no ha entrado en servicio, pero ya está acondicionado.