La cuarentena por el coronavirus, pero no la ha detenido del todo. Los profesores de colegios e institutos se esforzaron el pasado viernes, último día que pudieron asistir a sus respectivos centros educativos, en preparar para los alumnos un trabajo a distancia que les permitirá no perder del todo el pulso del curso y el hábito de estudio.

El lunes comenzaba para los alumnos una nueva forma de estudiar: a través de las páginas web de los centros, de contactos por correo electrónico o, en el caso de grupos con la disponibilidad adecuada, de clases a través de cámara web.

En este último caso estaban algunos de los alumnos del instituto de Pando. Los profesores quedaron con sus respectivos alumnos para dar clases de biología, geología, matemáticas, robótica o lengua castellana por videoconferencia, a través de la plataforma que ha desarrollado el propio instituto, que cuenta con un aula virtual interna.

"En su momento lo montamos porque pensamos que era importante y porque había que actualizarse, sin pensar más allá; ahora vemos que nos ha facilitado mucho las cosas, y los profesores que quisieron en su día estar en el aula virtual lo tienen más fácil", explica la directora del centro, Dolores Pevida.

La plataforma es un vehículo de comunicación con las familias y con toda la comunidad educativa, que se estableció en su momento para tener una fluidez respecto a la asistencia u otro tipo de información, y que ahora les permite estar en contacto durante la confinación provocada por la enfermedad.

La directora está convencida de que esta experiencia, dentro de las dificultades que presenta y el esfuerzo que conlleva será, en cierto modo, buena para el centro. "Todos vamos a aprender mucho de esta situación", asegura.

En el colegio Carmen Ruiz-Tilve, de La Corredoria, han establecido un sistema que llega a todas las familias con una implicación fundamental de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA).

En la última reunión de los profesores, como explica la jefa de estudios, Beatriz Cadavieco, decidieron poner un enlace en la web del colegio para abrir unas carpetas de sugerencias de trabajo para el alumnado. Es un método que están aplicando casi todos los centros.

Está abierto a todo el mundo y con una carpeta para cada nivel, salvo los cursos de infantil y primero de primaria

El equipo directivo está en contacto permanente con la directiva del AMPA, que a su vez tiene grupos de difusión, uno por cada clase.

Una de las ventajas de este centro es que está asociado al AMPA el cien por cien de las familias, con lo cual está asegurada la comunicación.

En cuanto a los alumnos de los cursos más bajos, los de infantil y primero de primaria, los profesores creen que tiene poco sentido ponerles deberes. "Son críos muy pequeños, no se van a poner detrás de un ordenador, y no van a dejar de ir a la universidad por perderse estos días", sostiene la jefa de estudios.

Por eso, lo mejor es que "aprovechen para establecer relaciones emocionales entre padres e hijos". Es un buen momento para crear vínculos que habitualmente no se dan por falta de tiempo.

Las familias, por su parte, tratan de adaptarse a unos ritmos de vida que eran inéditos hasta ahora. Samuel y Claudia Muñiz, de 10 y 11 años respectivamente, son alumnos del colegio Germán Fernández Ramos, y trabajan sobre las tareas que reciben por correo electrónico, basadas en los libros de texto y, por otra parte, hacen uso de una plataforma en internet para hacer ejercicios, sobre todo de las materias en inglés.

Su padre, Jonás Muñiz, señala que al principio, "con esto de días sin cole, están encantados de no tener que madrugar y seguir la rutina", y aunque los primeros días de aislamiento se lo tomaron como una fiesta, "ahora son más conscientes de que no son vacaciones, y también están algo nerviosos porque no entienden esta situación, es algo sin precedentes"

Desde el lunes, están ya más tranquilos, trabajando conectados a las herramientas de internet o con los trabajos escritos. "Se han comprometido a tener todos los días el hábito de estudio, dos horas o dos horas y media todas las mañanas, y de momento lo llevan bien; a lo mejor, cuando llevemos una semana, igual nos estamos subiendo por las paredes", dice.

Y al margen de la escuela hay que buscar "maneras de que estén entretenidos y que tengan algo de actividad física; nosotros tenemos un patio pequeño que nos viene muy bien. Y además están en una edad en la que tienen ya algo de autonomía; imagino que otras familias con hijos de menos edad tendrán quizá más problemas a la hora de mantener los hábitos", concluye.