Estrés, miedo y protestas por la escasez de material de protección. Así vive la crisis del coronavirus buena parte del personal de la sanidad pública asturiana, según los sindicatos y trabajadores de diversas áreas de la región consultados ayer por LA NUEVA ESPAÑA. Entre tanto, la gerente del Servicio de Salud del Principado (Sespa), Concepción Saavedra, aseguró que "tenemos el material necesario para la protección de profesionales y pacientes, pero se están adquiriendo en todo momento, y estamos a la espera de una compra centralizada por parte del Ministerio de Sanidad".

En el área sanitaria de Gijón, empieza a preocupar la posible escasez de instrumental defensivo de cara a los próximos días. Los protocolos están cambiando, y el debate acerca de proteger a los sanitarios con los equipos de protección individual (EPI) está provocando dudas ante un más que probable desabastecimiento. "Estamos con una calma tensa por lo que pueda venir, porque no tenemos suficiente material de protección y porque no queremos contagiar a los nuestros", explicó un grupo de trabajadores del Hospital de Cabueñes. No obstante, el personal sanitario rehúye el autobombo: "Está bien lo de los aplausos, por distender, pero no creemos que hagamos nada extraordinario: es nuestro trabajo".

Entre tanto, José Antonio González, representante de la coalición Cemsatse -Sindicato Médico (SIMPA) y Sindicato de Enfermería (SATSE)- en el Hospital Álvarez-Buylla, de Mieres, señaló que "de momento tenemos los EPI, pero probablemente van a escasear y están avisando para que el personal que lo tenga en su casa lo entregue". A juicio de González, los sanitarios "están trabajando duramente, a pesar de estrés, del miedo, que está ahí, y de que son momentos duros".

Según Elia Fernández, representante de CSIF en el Hospital Valle del Nalón (Riaño, Langreo), "no lo estamos pasando bien y nos faltan recursos como las mascarillas, que es algo esencial". Ante esta precariedad, "se están reutilizando los equipos de protección individual".

"Entrega máxima"

En el área sanitaria de Avilés, la sensación general es de "intranquilidad", aseguraron los profesionales. La previsión de llegada de pacientes infectados por el coronavirus ha despertado cierta preocupación entre el personal. "La gente, sobre todo, tiene miedo de llevar el virus para casa", aseveró Mónica Rodríguez, representante de UGT en el Hospital Universitario San Agustín de Avilés, centro que cuenta con dos centenares de camas preparadas para alojar a pacientes con esta patología.

En el área sanitaria de Oviedo, Graciela Martínez, de Usipa-Sicepa, indicó que "la entrega del personal sanitario está siendo máxima" y reclamó que "tanto los contagios como los aislamientos preventivos sean determinados como contingencias profesionales".

Desde el SATSE, su secretaria autonómica, Belén García, destacó que las enfermeras "están trabajando de forma excepcional y muy profesional en todos los ámbitos, con especial mención a las que tratan con los casos ya confirmados".

Cuarentena del equipo directivo de Cangas del Narcea

El equipo directivo del área sanitaria II, con cabecera en el hospital comarcal Carmen y Severo Ochoa de Cangas del Narcea, se halla en cuarentena domiciliaria al presentar varios positivos por el nuevo coronavirus. Al frente de la dirección del área están cinco personas y, según fuentes cercanas al centro, tres de ellas ya tienen confirmado su contagio por el COVID-19, mientras que las otras dos estaban ayer a la espera de realizarse las pruebas. Todos ellos se mantienen aislados en sus casas.

Ante esta situación, se han nombrado responsables para realizar la sustitución de los afectados y asumir la dirección del centro hospitalario y el área de forma temporal. No obstante, el equipo directivo intenta mantenerse en contacto con el hospital y realizar reuniones de forma telemática para facilitar y ayudar en las gestiones diarias del área.