Los diferentes países europeos han ido endureciendo sus restricciones para frenar la velocidad de contagio del coronavirus. Bélgica, que había decretado el cierre de todos los establecimientos de ocio el viernes por la noche, se encontró con que los bares y restaurantes permanecieron abiertos en Luxemburgo y en Holanda, los otros dos países del Benelux, lo que originó un trasiego importante de ciudadanos. Ayer las autoridades de estos dos países anunciaron el cierre inmediato de este tipo de establecimientos.

En países como Finlandia se prohíben desde ayer las reuniones de más de diez personas -también en algunas ciudades belgas como Amberes- y se obligará a permanecer en cuarentena a las personas de más de 70 años de edad. Alemania ha cerrado algunas de las fronteras con los países limítrofes como Francia o Luxemburgo, pero, de momento, no con Dinamarca, por ejemplo.

La primera potencia europea no ha decretado la suspensión de la actividad de los establecimientos de hostelería, aunque la ha recomendado en todo el país. Algunos "länder" (estados federados) así lo han decretado por su cuenta. Los países nórdicos, que habían apelado hasta ahora a la conciencia ciudadana para resistir el avance del coronavirus, están ya tomando parecidas medidas a las de los países del sur de Europa.

En paralelo, la vicepresidenta segunda y ministra de Economía española, Nadia Calviño, participó por videoconferencia en la reunión del Eurogrupo -los ministros de Finanzas de la Unión Europea- que se celebró ayer por la tarde. Calviño anunció que el Gobierno de Pedro Sánchez "hará todo lo que haga falta, cuando haga falta y como haga falta para paliar la situación".

Calviño resaltó que "hay que dar una respuesta contundente económica y social" para evitar el impacto estructural de la actual crisis sanitaria. La Ministra insistió en la necesidad de coordinar las medidas que anunciará hoy, martes, el Gobierno español con las de la Unión Europea. Insistió, además, en la necesidad de adoptar una respuesta fiscal y monetaria, así como de abordar la flexibilización de las normas europeas y avanzar en cuestiones como un seguro de desempleo comunitario.