Dos soldados enfundados en monos blancos, desde la cabeza hasta los pies, y con el rostro cubierto con mascarillas y gafas especiales, caminan silenciosamente por una estación vacía y van rociando cada rincón con un líquido transparente. La imagen no pertenece a alguna pesadilla postapocalíptica. Se ha visto en las calles de China en los últimos días y ayer también en las de Oviedo, por primera vez. Una sección de la Unidad Militar de Emergencias (UME) con base en León desembarcó en la región a primera hora, dentro de la "operación Balmis", con el fin de apoyar las labores de desinfección y control de la prohibición de movimientos del estado de alerta. Los monos blancos pudieron verse en la Escandalera, en los aledaños de la Junta General del Principado, la sede de la Presidencia y el EASMU de Llamaquique, también en el edificio de Correos de la calle Alonso Quintanilla o las estaciones de tren y autobuses. También en el HUCA y Hospital Monte Naranco, cuyos alrededores los soldados peinaron de forma minuciosa. Hoy se verán en el Hospital de Cabueñes y otras instalaciones de Gijón, y también en Avilés.

La UME se ha dejado ver bastante en los últimos tiempos en Asturias, debido a los incendios desmandados y las inundaciones. Su presencia aporta tranquilidad, pero muestra a las claras la gravedad de la situación. Como aseguraba ayer en las inmediaciones del HUCA el ovetense Javier Castro, "no asusta que los hayan desplegado, será que es necesario". Castro explicó que él mismo es una "persona de riesgo", ya que sometido a quimioterapia. "Hoy (por ayer) tenía que hacer una prueba pulmonar y vine con tiempo, por si había algún problema. Lo que me queda es cruzar los dedos para no contraer nada".

Los 45 soldados de la sección -al mando del capitán José Javier Pascual, un extremeño que conoce muy bien Asturias, ya que estuvo destinado cuatro años en el Regimiento "Príncipe", hasta hace siete meses- llegaron a primera hora de la mañana al acuartelamiento "Cabo Noval" de La Belga (Siero) a bordo de vehículos ligeros Volkswagen Amarok y Santana Aníbal, autobombas y vehículos de transmisiones, catorce medios en total.

Efectivos de la UME desinfectan los alrededores del HUCA

Efectivos de la UME desinfectan los alrededores del HUCA

Se distribuyeron en once equipos de cuatro personas, dos de ellos de descontaminación. Tras reunirse con la Delegada del Gobierno, Delia Losa -que es la que solicitó la presencia de los soldados a las once de la noche de anteayer lunes, y la que coordina los esfuerzos de la unidad-, los equipos comenzaron a desplegarse, en primer lugar en el HUCA.

Primero, reconocieron el perímetro del Hospital, generando cierta sorpresa entre las personas que acudían a las consultas o a ver a sus familiares ingresados. Algunos pacientes se agolpaban en las ventanas observando el despliegue de los militares. Un responsable del HUCA mostró a los mandos los diferentes accesos al hospital. En torno al mediodía comenzaron la desinfección. Los soldados, por parejas, recorrieron todo el perímetro, y también las calles de acceso, rociando una solución con 40 miligramos de lejía por cada litro de agua. "Hay que tener precaución a la hora de utilizar la lejía, no oler las emanaciones y evitar salpicaduras", explicó el capitán Pascual, que estableció su puesto de mando en la plaza de España, junto a la Delegación del Gobierno.

"A mi me dan tranquilidad" aseguraba la ecuatoriana Esperanza Salcedo, que acudía al HUCA para visitar a un hijo suyo, con una mascarilla en el rostro. "Es muy preocupante la situación", aseguró entre lágrimas. "Nunca había visto algo así, tampoco en mi país. No hay trabajo y los hijos se van a quedar sin él", añadió. Aníbal Sampedro, que llevó al HUCA a una persona impedida para una consulta, se mostraba resignado. "Si es necesario que intervenga el Ejército, ¿qué le vamos a hacer? Es así", indicó. Y una mujer embarazada, Rocío García, que acudía a revisión, expresó su completa aquiescencia" "Me parece de lo más adecuado el despliegue del Ejército, dada la situación que estamos sufriendo", aseguró. No dejó de mostrarse preocupada, sobre todo por su bebé. "Estoy llevándolo con mascarilla, con guantes y lavando las manos de forma continua", añadió. Al centro también acudió ayer Alba, una niña de dos años con leucemia, para pasar una revisión. La menos llevaba una mascarilla infantil, y sus padres extremaban las medidas de limpieza, lavándose las manos incluso antes de entrar en el coche. La epidemia ha despertado todos los temores.

Así fue el despliegue de la UME en Oviedo

Así fue el despliegue de la UME en Oviedo

Los soldados de la UME también recorrieron otros puntos de Oviedo, desinfectando los accesos a diferentes edificios públicos, como la Junta, la Presidencia o Correos. En estas sedes no entraron en el interior, tampoco en los hospitales. Sí en las estaciones. Hoy le tocará el turno a Gijón y Avilés. También el Aeropuerto será desinfectado, pero una vez regresen los asturianos que aún no han podido regresar.