El Gobierno ha modificado la normativa que regula las inversiones desde el exterior para impedir que empresas de fuera de la Unión Europea (UE) puedan hacerse con el control de compañías españolas en sectores estratégicos aprovechando el declive bursátil de estas últimas sesiones, mediante ofertas de adquisición (opas) oportunistas. La prohibición impide que un inversor comunitario pueda tomar el 10% o asumir la hegemonía de cualquier cotizada española del Ibex 35. Se intenta evitar, dijo Pedro Sánchez, que compañías extranjeras aprovechen la caída coyuntural del valor de las acciones "en esta situación de crisis económica y de extrema volatilizad en los mercados financieros".

No obstante, la Bolsa española logró cerrar la sesión de ayer con un importante crecimiento del 6,14%. Parece que a los inversores les gustaron las medidas anunciadas por Sánchez para hacer frente a la crisis económica derivada del plan de contingencia contra el coronavirus, como se puede ver en el gráfico que acompaña a esta información. El Ibex 35, principal selectivo español, consiguió así frenar la sangría de los últimos días.

Todos los valores de empresas asturianas o ligadas con la región consiguieron remontar algo el vuelo excepto Arcelor, que perdió solamente un 0,14%.

El desplome bursátil de los últimos días había puesto a tiro de los especuladores bajistas a las empresas cotizadas españolas. Ante esta situación la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) decidió esta semana prohibir durante un mes las operaciones de posiciones cortas. Se trata de una estrategia utilizadas por los inversores que implica la toma de acciones prestadas para venderla con la pretensión de que su precio caiga y recomprar luego para obtener plusvalías.