¿Es posible anticiparse al golpe siguiente del coronavirus? ¿Se puede predecir cuántos nuevos casos tendrán al día siguiente los servicios sanitarios de las comunidades autónomas?

El matemático Juan Luis Fernández, catedrático de la Universidad de Oviedo y director del Grupo de Problemas Inversos, Optimización y Aprendizaje Automático, cree que sí. Para ello ha utilizado, junto con Zulima Fernández Muñiz, un sistema de predicción que no se basa en un modelo matemático de comportamiento de la pandemia (como hasta ahora habitualmente se ha hecho) sino con un método similar al que se emplea para predecir el comportamiento de las acciones en la bolsa.

"Según este sistema, errores pasados en los datos se manifiestan en incertidumbres futuras", explica. Es decir: los sesgos que puede tener el actual sistema de identificación de casos, por ejemplo, quedan incorporados porque también se encontraban en los datos anteriores.

"Lo que hago es considerar la serie temporal de los infectados en cada una de las comunidades, ya que tenemos una serie acumulada o día a día; y después lo considero como una acción de bolsa, como métodos predictivos temporales; ajustamos la tendencia de la serie y transmitimos la incertidumbre", señala.

Se trata de una predicción a un solo día, "no es como las curvas en las que hemos visto el pico, sino que esto va mucho más ajustado". Juan Luis Fernández afirma que, al igual que en la bolsa no se puede introducir en un modelo matemático de ecuaciones diferenciales la reacción del mercado a una decisión del Banco Central Europeo, su método, en cambio, "estima muy bien la tendencia y transmite el error existente anterior a cada dato siguiente".

Según la estimación realizada hoy, el número de casos que registrará Madrid mañana (se trata de casos que el Ministerio de Sanidad cerrará hoy a las 20.00 horas) superará el millar, entre un mínimo de 909 y 1136, pero con una horquilla más aproximada de entre 950 y 1075 nuevos casos.

En el caso de Asturias, el pronóstico se encuentra en unos 57 casos más, moviéndose entre los 51 y los 63.

En total, en España, se registrarán unos 3.500 nuevos casos de COVID-19 identificados, en términos similares a los nuevos casos informados en la jornada de hoy por el Ministerio de Sanidad.

El sistema desarrollado por Juan Luis Fernández y Zulima Fernández pronostica también cuál será el porcentaje de fallecidos respecto al número de contagiados y el de enfermos que requerirán estar en la UCI; también el de las recuperaciones del día siguiente. Tener una previsión de enfermos que requerirán atención en UCI resulta muy relevante para los servicios sanitarios, de modo que el porcentaje de enfermos críticos permitiría a las comunidades autónomas planificar mejor sus recursos.

Por autonomías se observa que Madrid tiene el mayor porcentaje de fallecidos respecto a enfermos declarados (6,46%), frente a las tasas más bajas de otras regiones, como Asturias (0,48). También se observa en la predicción que Canarias, Madrid, Castilla-León y la Comunidad Valenciana serán los territorios con un mayor porcentaje de enfermos de COVID-19 que requieran atención médica en la UCI (Unidad de Cuidados Intensivos).

Respecto al comportamiento de la enfermedad en los próximos días, Juan Luis Fernández mantiene lo asegurado ayer: Asturias puede salir antes que el conjunto del país de la crisis sanitaria, tras haber superado el pico de nuevos casos diarios en un plazo de 4 o 5 días. En cambio, en el conjunto de España ese momento en que la curva del total de casos comenzará a "aplanarse", se producirá mucho más tarde. Fernández estima que en unos 10 días. La causa principal está en el elevado número de contagios que existen en comunidades como Madrid, Cataluña o el País Vasco.

Esta sería la curva de proyección de nuevos casos, una vez incorporados los datos conocidos hoy 19 de marzo, correspondientes al día anterior.

El máximo de casos en Asturias podría llegar entre el lunes y el miércoles de la próxima semana, con un total de 1.200 enfermos en todo el Principado. "Tener estas predicciones es importante, porque permite planificar los servicios sanitarios, cuántas urgencias vas a tener", explica Juan Luis Fernández. En el ajuste del modelo actual (sujeto a variaciones a medida que se vayan obteniendo los datos reales) el número total de contagiados en Asturias alcanzaría los 2.500 a lo largo de todo el periodo de la enfermedad.

Para España, en cambio, los valores son elevados. Aunque en un plazo aproximado de 10 días (el fin de semana de la semana próxima) el país podría registrar la apabullante cifra de 10.000 nuevos contagiados, la mayoría serían leves. Con esas cifras, el total de españoles que padecerían el COVID-19 alcanzaría los 250.000 enfermos. "Pero este modelo puede cambiar y es posible que veamos bajar las estimaciones los próximos días", dice.

Aplanar la curva, el objetivo

Los científicos no paran de repetir la importancia de "aplanar" la curva del total de casos. Ya se han tomado medidas drásticas para hacerlo, así que todos los investigadores están muy pendientes de cuándo se comenzará a producir un cambio de tendencia.

Hasta ahora, el número de casos diagnosticados en España crece exponencialmente, aunque en apariencia se ha ralentizado el ritmo de expansión de la enfermedad. Sin embargo, existen posibles razones que lo expliquen que no sean debidas a que hayamos pasado lo peor. ¿Por qué? En los primeros días de la enfermedad se detectaban muchos casos, porque se hacían muchos tests y afloraban personas que, en realidad, ya estaban contagiadas desde antes, aunque los síntomas de la enfermedad no se hubiesen manifestado de forma grave.

Sin embargo, ahora ocurre lo contrario: los servicios sanitarios no realizan tests a todos los sospechosos. Se centran en aquellos que tienen sintomatología graves, estiman aproximadamente aquellos casos que se quedan en casa pasando la enfermedad de forma leve e, incluso, muchos contagiados quedan olvidados porque los teléfonos de emergencias están colapsados.

Esa puede ser la explicación al hecho de que el índice de letalidad del virus en España sea muchísimo más alto que el que se observa en otros países, como Corea del Sur o Alemania, donde se han realizado muchos tests y se ha identificado mejor a los verdaderos contagiados.

El dato de fallecidos ahora es más relevante

Con gran incertidumbre sobre cuántos tests se realizan y la cifra real de enfermos, el número de fallecidos comenzará a ser el mejor indicador para determinar cómo evoluciona la enfermedad. Cuando ese ritmo de fallecimientos comience a atenuarse, las autoridades sanitarias podrán considerar que la enfermedad inicia su descenso de contagios.

El confinamiento de la población tiene que ser, a la fuerza, un elemento que marque un claro cambio de tendencia en la curva, pero eso se producirá pasados unos días, dado que el tiempo que transcurre desde que se produce el contagio hasta que la enfermedad se manifiesta es de entre 5 y 12 días, con un máximo en algunos casos de 17 días.