El primer ministro británico, Boris Johnson, ordenó ayer el cierre inmediato de bares, restaurantes, teatros, gimnasios y otros centros de ocio para tratar de frenar el avance de la pandemia. Los colegios están cerrados desde ayer y hasta nuevo aviso. Las arcas públicas se harán cargo del 80% del salario mensual, hasta un máximo de 2.500 libras (2.731 euros), de todos los trabajadores que sigan en nómina de sus empresas pero no estén trabajando porque el negocio haya tenido que bajar la persiana por las medidas contra el coronavirus.