Más controles a los conductores. Ayer se vivió otra jornada de estado de alarma en la que las autoridades trataron de vigilar al máximo posibles salidas de ciudadanos en fin de semana. Se blindaron lugares muy visitados, como Covadonga. También se siguió incrementando el celo a la hora de apercibir o sancionar a ciudadanos que incumplen la orden de confinamiento. Y no faltan situaciones llamativas, como un hombre que acabó multado por almorzar en un parque de Lugones.

La Policía Local de Langreo identificó a 85 personas en las vías públicas del concejo. De ellas, 18 fueron propuestas para sanción. Una más fue detenida por desobediencia. Fruto del refuerzo de los controles en carretera, los agentes dieron el alto a 400 conductores para comprobar los motivos de sus viajes. En cinco días, el balance total en Langreo arroja tres detenidos y 57 sancionados. Además, el Ejército se desplegó ayer en Langreo y San Martín del Rey Aurelio para controlar el cumplimiento del estado de alarma.

Curiosa la escena vivida ayer en Avilés, que dejó sorprendidos a los agentes. La Policía Nacional está recibiendo allí diversas donaciones de material profiláctico de vecinos o empresas para protección de las patrullas. Hubo una muy especial, de un "viejo amigo". Entre los ciudadanos que se acercaron a la Comisaría para dejar mascarillas y gel desinfectante se encontraba un caco habitual al que los policías habían tenido que perseguir en más de una ocasión. La cantidad de material entregado por este vecino fue testimonial, aunque muy bien recibida por los agentes. En Avilés también se vivió una situación kafkiana. Tras multar dos veces al mismo individuo por deambular por las calles, el hombre, de 33 años, se plantó en la jefatura del cuerpo municipal para insultar y amenazar a los agentes. Acabó detenido. No fue el único. Los agentes también pillaron infringiendo el confinamiento domiciliario a un avilesino de 37 años que circulaba en coche con varios pasajeros. Tenía vigentes dos órdenes de ingreso en prisión y otra de detención. Además, conducía sin carné. La Policía Local avilesina interpuso en un día un total de 31 denuncias.

Otra intervención llamativa fue la sanción a dos hermanos en el barrio gijonés de Pumarín. Aseguraron que estaban haciendo compras, pero no era cierto. Fue la primera sanción del día para la Policía Local gijonesa. Pero no la última para ellos: se llevaron otras dos más porque siguieron en la calle. Los agentes gijoneses multaron el viernes en Gijón a 52 personas: la mayoría, otra vez, entre los 40 y los 60 años.

Pero para singular la imagen de Mieres. Un mierense sacó de paseo a un conejo. Lo hizo por el entorno del viejo cuartel de la Guardia Civil y uno de sus vecinos, auxiliar en un geriátrico que está viviendo de primera mano el drama de la crisis sanitaria, fotografió y denunció en redes sociales lo ocurrido junto a un mensaje muy elocuente sobre el escaso sentido cívico del "paseador" de conejos.