Asturias se aproxima a su pico de la pandemia desatada por el coronavirus SARS-CoV-2, causante del COVID-19. Eso implicará mayor tensión de los servicios sanitarios y un posible incremento de ingresos hospitalarios y pacientes en UCIs. Pero si no aparecen focos imprevistos (como el de esta semana en varios geriátricos públicos), el Principado sobrepasará esta semana que viene lo peor de la enfermedad y, aunque tendrá una alta tasa de pacientes en los hospitales, podrá asumir de manera aceptable el flujo de infectados. Si el comportamiento del COVID-19 sigue los parámetros previstos, es posible que el próximo fin de semana Asturias ya haya pasado lo peor.

El matemático Juan Luis Fernández, catedrático de la Universidad de Oviedo y director del Grupo de Problemas Inversos, Optimización y Aprendizaje Automático, actualiza cada día su modelo predictivo para saber cómo puede evolucionar la enfermedad, ampliando las zonas para las que realiza pronósticos y comprobando la fiabilidad de su sistema.

Una cuestión conviene aclarar: un modelo matemático no es una adivinación esotérica que pueda guardarse en un sobre y comprobarse días después, sostiene. Al contrario, es una forma dinámica (también evoluciona a medida que se conocen más datos) de proyectar las tendencias que subyacen a ciertas situaciones y que, en ocasiones, escapan a la lógica inmediata.

El comportamiento de las pandemias está modelizado por epidemiólogos y matemáticos desde hace tiempo y obedece a la que se denomina "función logística", un tipo de curva en la que se produce un crecimiento exponencial de los casos de enfermos hasta que se alcanza un punto en el que la tendencia se atenúa a medida que se van produciendo curaciones y se alcanza el límite de la población que puede contagiarse. Ese modelo funciona también para evaluar el crecimiento de poblaciones y, por ejemplo, la difusión de información en las redes sociales.

Si a esa curva se le introducen otros factores, como las medidas para frenar la expansión de la enfermedad, su forma varía. La dificultad consiste en dar con la expresión matemática que se ajusta a la realidad de cada situación.

El sistema empleado por el matemático asturiano Juan Luis Fernández incorpora muchos más factores, de modo que puede estimar cuántos casos se podrían producir al día siguiente (con distintas probabilidades) y también proyectar cuándo se producirá el esperado "pico" de la enfermedad: aquel momento en el que se producirá el máximo de enfermos diarios, a partir del cual descenderá ese ritmo de casos detectados y, también, de ingresos hospitalarios.

Con un método predictivo dinámico similar al que se emplea para evaluar el comportamiento de acciones en bolsa, Fernández lleva la última semana tratando de discernir cuánta tensión soportarán los sistemas sanitarios. Su trabajo, en colaboración con la consejería de Salud del Principado de Asturias, ya ha sido considerado por otras comunidades autónomas, como Cantabria o Castilla y León.

Las curvas de representación matemática para los escenarios futuros son varias, en función del percentil que representan. ¿Y qué es el percentil? Es una manera de evaluar en estadística la probabilidad de que se produzca un resultado. Por ejemplo, el percentil 25 (p25) señala que el 25% de los probables resultados se encontrarían por debajo de esa curva; el percentil 90 (p90), en cambio, establecería una aceptable cota superior de los posibles resultados, ya que el 90 por ciento de las mediciones estarían por debajo. El denominado percentil 50, también denominado mediana, vendría a representar una media de todas las posibilidades futuras, lo cual podría entenderse, en trazo grueso, como el valor más probable. En cierto modo, las curvas de percentiles acotan los posibles resultados futuros.

La proyección para Asturias

A medida que van pasando los días y se van ofreciendo las estadísticas diarias de nuevos casos detectados en Asturias, el modelo matemático evoluciona para integrar esos datos reales en la predicción futura. Eso se ha visto estos días cuando el Principado informó de la existencia de un pico inesperado de casos tras realizar pruebas en varios geriátricos públicos sospechosos de contar con mayores infectados. Ese dato se alejaba de la predicción del día anterior, pero se ha podido comprobar que al día siguiente, en el desarrollo "normal" de la enfermedad, los datos de nuevos contagiados se asemejaban a la predicción inicial del modelo matemático.

Con los últimos datos se observa que, a tenor de la estimación matemática, Asturias se encuentra muy cerca de alcanzar su pico de nuevos enfermos darios, que podrían llegar a representar unos 150 nuevos casos en el horizonte de los próximos días. Si no aparecen nuevos focos o se introducen variables imprevistas, el Principado podría cerrar la semana habiendo superado el punto máximo de enfermos detectados.

Esta cifra podría alterarse si comienzan a aflorar nuevos casos por la aplicación masiva de tests rápidos, pero parece razonable pensar que eso no modificará el momento en que se encuentra el punto máximo: de existir en la actualidad enfermos no diagnosticados en Asturias sería porque sus síntomas no requieren hospitalización. Por tanto, para prever el impacto en los servicios sanitarios la predicción de la fecha en que se produzca el máximo no sufriría importantes variaciones. En la curva de predicción se observa cómo la detección de los enfermos contagiados de las residencias de ancianos el pasado viernes aparece como un "pico" aislado.

Italia, ¿imparable?

La previsión de Juan Luis Fernández (en un trabajo en colaboración con la también profesora de matemáticas de la Universidad de Oviedo Zulima Fernández) para el conjunto de Europa estima un crecimiento de casi 6.500 nuevos diagnósticos en Italia, con el mayor porcentaje de fallecidos de Europa, más del 8 por ciento. También Italia, de otro lado, contará con una alta tasa de recuperados, superior al 10 por ciento. Alemania, con 2.700 nuevos casos, y Francia, con unos 1.600 continuarían el "ranking" de la enfermedad, a excepción de España.

Asturias, en torno a los 70 casos

Respecto a España, Madrid se situaría en unos 900 nuevos casos, como principales foco epidémico del país, seguida de Cataluña (562) y el País Vasco (352). Casi todo el país se dirige a un periodo, la próxima semana, de un incremento de diagnósticos considerable, para alcanzar un pico de contagiados que llegará de forma desigual en los distintos territorios, pero que principalmente en Madrid, Cataluña y el País Vasco, pondrá en serios aprietos al sistema sanitario.

En el caso de Asturias, el pronóstico es que el número de nuevos casos se situaría en el entorno de los 70 casos. Cualquier dato mejor que ese implica que las noticias pueden ser mejor de lo esperado; si fuese más elevado conllevaría que quizás el "rubicón" de la enfermedad se aleja.

El modelo aplicado por el matemático asturiano permite, además, predecir la incidencia inmediata de la enfermedad en los recursos sanitarios, tanto evaluando un pronóstico de nuevos ingresos hospitalarios como de necesidades en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCIs), lo que lo convierte en una herramienta de trabajo para la planificación sanitaria.

China, la prueba del nueve

Juan Luis Fernández ha puesto a prueba su modelo aplicándolo a un país cuyos resultados ya son conocidos: China. El gigante asiático se ha convertido en el principal espejo en el que se miran los países para evaluar el desarrollo de la enfermedad y la duración de las medidas de confinamiento para combatirla. "Aplicando el modelo a China se comprueba que el comportamiento epidemiológico queda perfectamente predicho", sostiene Juan Luis Fernández.