En casa del matrimonio formado por Mar Gutiérrez y Ricardo Castañeda, con cinco hijas, cada uno tiene que saber sacarse las castañas del fuego y asumir su parte de responsabilidad. Es la única manera de que todo funcione, en aislamiento y en la vida normal. La madre es la única que sale y aplica unas medidas higiénicas estrictas. Se cambia totalmente de ropa y calzado para salir. Una de sus hijas tuvo una cardiopatía y está muy acostumbrada a aplicar protocolos de higiene y asepsia.
