Italia informó ayer de 651 nuevos fallecidos en 24 horas, lo que eleva su cifra de víctimas mortales de la pandemia a 5.476, con un total de 59.138 contagiados, 3.957 de ellos nuevos infectados. La escalofriante cifra es, con todo, levemente inferior a la anunciada el sábado, cuando se dio noticia de 793 óbitos y 4.821 nuevos casos en las 24 horas precedentes.

El balance fue expuesto poco después de que el Gobierno de Giuseppe Conte decidiese interrumpir hasta el 3 de abril todas las actividades productivas no esenciales. Conte admitió que se trata de "una decisión difícil" pero "necesaria" para "hacer frente la fase más aguda" de la pandemia, que ha convertido a Italia el país con mayor número de muertos.

El Ejecutivo anunció que continuarán abiertos los supermercados y negocios alimentarios de primera necesidad, además de las farmacias, las parafarmacias, los servicios bancarios, los servicios postales, las aseguradoras y el transporte. Conte subrayó que todas las empresas deberán recurrir al teletrabajo, ya que solo seguirán en sus puestos los empleados que desempeñen actividades "relevantes para la producción nacional" en fábricas de todo el país.

"Frenamos el motor de Italia, pero no lo detenemos", proclamó Conte, consciente de que las regiones más castigadas son Lombardía, Emilia Romaña y Véneto, que juntas representan el 40% del producto interior bruto (PIB) italiano. El primer ministro también se refirió a la polémica desatada en el país después de que regiones como el Véneto hayan decidido cerrar los supermercados en domingos y festivos para evitar aglomeraciones.

Algunos dirigentes políticos se han manifestado en contra de la medida, como el ex primer ministro y líder de la gobernante Italia Viva, Matteo Renzi, quien consideró que es errónea porque generará largas colas que incrementarán el riesgo de contagio.

La paralización de la actividad productiva no esencial se completó ayer con la prohibición de todo desplazamiento, en transporte público o privado, incluso en el interior del municipio de residencia, si no está justificado. Se permitirán los desplazamientos por necesidades de trabajo debidamente documentadas, los casos de urgencia y los movimientos por causas médicas. Las dos medidas adoptadas ayer en Italia llegan después de que, a mediados de la pasada semana, se cerraran los parques públicos y se restringieran los desplazamientos a pie, con la excepción de quienes salgan a correr, montar en bicicleta o practicar otro tipo de deporte.

Rusia anunció ayer que enviará a Italia en las próximas horas un equipo de médicos, virólogos y enfermeros, que se sumarán a un grupo de 53 médicos y enfermeros cuya llegada desde Cuba se anunció también como inminente. El contingente ruso incluirá ocho brigadas móviles de médicos militares y virólogos, así como vehículos especiales para desinfección.

En Alemania, donde la canciller Merkel se encuentra en cuarentena, el Gobierno federal y los Ejecutivos regionales llegaron al acuerdo de prohibir la salida a la calle en grupos de más de dos, excepto si se trata de un núcleo familiar o de miembros de otras modalidades de convivencia. No hubo acuerdo para extender el confinamiento de la población -con limitaciones similares a las de España- a escala nacional. El sistema ya se ha impuesto en Baviera, pero otros estados federados se oponen.

Desde París, el diario "Libération" informó que el presidente francés, Emmanuel Macron, amenazó el pasado viernes al primer ministro británico, Boris Johnson, con cerrar la frontera común si el dirigente conservador no tomaba medidas firmes contra la pandemia. El diario basa su información en una llamada telefónica que el palacio presidencial de El Elíseo se negó a confirmar.

"Libération" precisó que Macron telefoneó a Johnson el viernes por la mañana para advertirle que, si no daba ningún paso para frenar la extensión de la pandemia en su territorio, Francia no tendría otro remedio que rechazar la entrada de toda persona procedente del Reino Unido.

"Tuvimos que amenazarle claramente para que por fin se moviera", aseguraron fuentes de la Presidencia citadas por el periódico. El mismo viernes, Johnson pidió el cierre de todos los bares, restaurantes, cines, teatros y gimnasios para combatir el virus. El sábado reconoció que la extensión de la epidemia en su país se estaba "acelerando". Francia ha aplicado medidas muy similares a las de España.