"Soy estudiante de 5º de medicina y al no poder hacer nada te sientes inútil, quería ayudar y no sabía cómo". Es el deseo de la gijonesa Paula Alonso Gutiérrez, de 23 años y que, junto a su amiga María Alonso Martínez, de 22 años y que estudia ingeniería industrial, han lanzado a través de las redes sociales y plataformas como "Youtube" el vídeo titulado "Querida yo". Quieren poner su granito de arena ante la crisis del Covid-19 y llegar a todos los ciudadanos. Los que están hospitalizados y atravesando un momento de gran dificultad, a los cuales les quieren dar "un chute de energía", pero también a la sociedad y que "una vez que pasen dos meses y esto quede atrás, no se olviden y se quede en un recuerdo". Hasta el momento, su vídeo ya ha superado con creces las 48.000 visitas en apenas un día, no buscan los likes ni un gran número de visualizaciones, solo concienciar y, principalmente, ayudar.

Su vídeo, aderezado con imágenes propias y de noticias relacionadas con el coronavirus, dicta una letra cargada de sentimiento y sinceridad. "La escribí en solo treinta minutos, me salió sola", detalla Paula Alonso, mientras que María Alonso se encargó del montaje del vídeo. Mientras que transcurren diferentes imágenes la voz de Paula Alonso relata el siguiente texto: ¿Cómo te sientes ahora al girarte, mirar hacia atrás y ver que todo lo que pasaste no es un mero recuerdo, sino un bonito aprendizaje?

Y añaden:

"Quién nos diría, que valoraríamos tanto el hecho de salir a hacer la compra a regañadientes cuando te mandaban en tu casa, o cuando le decías a tu madre o a tu padre no seáis tan pesados, que ya somos mayores para tanto beso y para tanto abrazo.

Quién nos diría que echaríamos tanto de menos esos minutos de café en el descanso de las largas jornadas de estudio en la biblioteca, las perezosas e infumables clases, con sus "para que habré venido", las cañitas que empiezan los jueves y no acaban hasta el domingo comentando una y otra vez lo aburrida que es nuestra vida, nuestra rutina y esperar con ansia que alguno o alguna nos venga con la comentada de un nuevo crush.

Quién nos diría que de una santa vez, el país, nuestro país, sin importar de ideologías, razas o religiones estaría más unido que nunca, y veríamos a la ESPAÑA que a todos nos representa, la España solidaria.

La España que pone carteles en los ascensores para ayudar a los más vulnerables, con quién quizás no hayas intercambiado más que un "hola" o un "vaya día que hace eh?".

A ellos, los ancianos, que muchos de ellos por desgracia están solos en estos momentos, que no entienden muy bien como este bicho, de repente les quite el salir a la calle, el seguir sus rutinas y que se encuentren en una población de riesgo. Que quizás por hacer lo que hacían siempre puedan acabar muriendo.

Querida yo, ciudadana de este mundo movido por el consumismo y el egoísmo puro, que no entiende que esto es una emergencia y que hay que mirar más por los demás que por el "YO" personal.

El "YO", "YO". Ese pronombre que nos gusta tanto utilizar a todos y a todas. Es que yo no lo tengo, es que yo no aguanto en casa...

Pero a caso nos hemos parado a pensar, que será de aquellos miles que han dado positivo, que están en un hospital ingresados, que tienen que ver como su salud se desvanece, como quizás su compañero de al lado se está muriendo, o leer como una mujer tweeteaba esta mañana que HOY ha visto al marido de su mejor amiga despedirse de ella antes de que lo intubasen, con 48 años y dos hijos Y mientras tanto nosotros... solos nos quejamos ¿por quedarnos en casa?

Basta ya por favor, pensemos también en los centenares de muertos, que no han podido tener un funeral o una despedida como les hubiese gustado, porque recordemos que las aglomeraciones no están permitidas, y ¿quién da consuelo a esos que han perdido a un ser querido y no pueden recibir ni un mísero abrazo, ni una mísera caricia? Y tienen que conformarse con un simple Whatsapp.

Dejemos de pensar y de utilizar ese dichoso pronombre personal de primera persona del singular y seamos más empáticos con todas las personas.

Con el personal sanitario, con las fuerzas de seguridad del estado, con los trabajadores de los supermercados y del pequeño comercio, que se desviven y se exponen en su día a día y trabajan con esfuerzo, voluntad y ganas, mientras nosotros estamos escuchando música, haciendo algo de ejercicio o tirados en el sofá viendo Netflix y quejándonos porque no tenemos nada más que ver.

¿Qué vamos a salir de esta? Eso está claro. Pero esto es trabajo de todos, no de unos pocos.

El vídeo ha cruzado el panorama nacional de un extremo al otro, desde Asturias a Valencia, Madrid, San Sebastián o Barcelona. Pero sus mayores deseos es que llegue a "todos los que se encuentran ingresados en los diferentes centros de toda España, pero especialmente a los del HUCA, que nos toca más cerca, ojalá lo puedan ver los ingresados que y les dé fuerzas para luchar". Es su granito de arena a la causa y se ofrece incluso para ser un miembro más de la sanidad asturiana. "Estaría encantada de ayudar, pero no sé cómo puedo ofrecerme", finaliza Paula Alonso. De momento, en las redes, ya han servido de medicina para muchos ciudadanos.