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El salto al futuro de las pymes: la pandemia impulsa el teletrabajo y servicios a domicilio

Empresas hosteleras, tiendas de informática y de los ámbitos de la salud y la formación se reinventan para mantener la actividad

Luis Jesús Cocho entrega un ordenador a un cliente. PABLO ÁLVAREZ

En tiempos de confinamiento, toca adaptarse y agudizar el ingenio. Eso es lo que están haciendo muchas empresas asturianas, pequeñas y medianas, que ante las limitaciones impuestas por las autoridades para contener el coronavirus han hecho ajustes en sus servicios para acercarse a los ciudadanos. Para algunos es una medida para sobrevivir, para otros la evolución lógica de un servicio que ya venían prestando. Pero todos vislumbran que esta circunstancia puede marcar un cambio de paradigma, un hito en la transición al teletrabajo y la prestación de servicios online y a domicilio.

Salud. BHD Consult, empresa con sede en Gijón y Cabranes, lleva casi cinco años trabajando en el ámbito de la telemedicina. "Proponemos soluciones basadas en plataformas digitales a distintos clientes, para dar el servicio en remoto. Llevamos casi dos años en el Hospital de la Santísima Trinidad de Salamanca, y justo ahora, con el coronavirus, su plataforma les está dando muchísimas posibilidades", explica Jorge Areces. De hecho, en los primeros días de confinamiento se registraron ya más de 200 consultas diarias en relación al coronavirus en la plataforma del hospital salmantino. "Es como un hospital virtual. El paciente tiene acceso a una agenda en la que puede agregar citas, a su historia clínica, a recetas? En la agenda puede solicitar cita con un especialista y en el día y la hora elegidos se conecta con el médico por videoconferencia", añade Areces.

Otra empresa asturiana, We Doctor, con sede en el Parque Tecnológico de Gijón, gestiona una plataforma internacional en la que en la actualidad están inscritos más de mil profesionales de la salud, entre médicos, psicólogos, enfermeros y nutricionistas. "La plataforma está creada para poder desarrollar totalmente el servicio de teleconsulta. Permite hacer una consulta vía texto o por videoconferencia, descargar recetas, recibir informes? cualquier servicio que se pueda hacer en una consulta privada presencial", explica Fernando Llorca, CEO de We Doctor. La empresa, además, ha querido contribuir al esfuerzo para combatir la pandemia: "Durante el periodo de estado de alarma, nuestra plataforma se ofrece gratuitamente a cualquier profesional o paciente", revela Llorca. Así, el único coste es el que el propio profesional de la salud cobre a sus pacientes, aunque muchos de los médicos se están sumando a la iniciativa y ofrecen, asimismo, consultas gratuitas a los ciudadanos.

Otra manera de aprovechar las herramientas online es lo que están haciendo varios gimnasios, como las cadenas Sparta Sport Center y Go Fit, con establecimientos en la región. A través de sus redes sociales, ambos ofrecen ejercicios diarios a sus socios, para que se mantengan en forma durante estos días. La mecánica es simple y recuerda a aquellos vídeos en VHS de Jane Fonda o Eva Nasarre, aunque en este caso las sesiones de ejercicios se emiten vía Instagram o a través de una app, e incluso con conexión en directo por parte de los entrenadores.

A domicilio. El reparto de comida a domicilio es uno de los escasos servicios de hostelería que permanecen activos durante el confinamiento. Una de ellas es la empresa de catering Malena, con sede en Oviedo y dirigida principalmente a eventos, que sin embargo estos días ofrece menús a domicilio. Pero ese no es lo único que ofrece la empresa: con voluntad de ofrecer un servicio a la comunidad en estos momentos, la empresa de catering ayuda a las personas de más edad, a las que hace la compra de forma gratuita. "Nos llaman, nos dicen lo que necesitan, les hacemos la compra y se la llevamos a casa. Al llegar, nos pagan lo que trae el tique y ya está. Es una manera de arrimar un poco el hombro en estos momentos tan complicados", explica Dani Anca, copropietario de la empresa.

Otro ámbito que se ha adaptado al reparto a domicilio es el de la reparación de ordenadores. Luis Jesús Cocho, propietario de una tienda de informática en la calle Obispo Manuel Fernández Castro de Oviedo, mantiene abierto su negocio y hace recogida y reparto a domicilio de ordenadores para reparar. "La mayor parte del trabajo lo tengo en la tienda, los clientes me traen el ordenador aquí: los limpio primero, luego los reparo y los limpio de nuevo antes de entregarlos. Pero también he tenido que ir a alguna casa, a alguna reparación", explica. En los últimos días le han pedido diversos ordenadores, tanto usados como nuevos, y especialmente cartuchos de tinta. "Los suministros me están llegando y tengo también algo de stock. No parece que vaya a haber carencia de nada, pero es cierto que algunos productos han subido algo de precio, entre un 10 y un 20 por ciento", sostiene.

Formación. Otro ámbito en el que se ha extendido la comunicación online es el de la formación. Entidades públicas como la Universidad de Oviedo y también diversos centros e institutos de la región están volcando sus esfuerzos en la teleformación para que los alumnos no pierdan el hilo del curso en un momento crucial. Pero también desde la empresa privada se está reforzando este ámbito, sobre todo entre las academias que trabajan con opositores. Es el caso del Centro de Estudios Covadonga, con sede en Oviedo.

"Nuestros alumnos son opositores, no podíamos dejarlos tirados en este momento", asegura Vanesa Fernández, directora del centro. En su caso, la academia ya tenía una plataforma online para colgar temarios, y han aprovechado la base de esa plataforma para poder dar clases online. "Tenemos a cinco profesores y, de momento, siguen todos en activo, dando clases desde casa. Se ciñen a los mismos horarios que teníamos antes del confinamiento, pero ahora hacen clases virtuales con los alumnos a través de Skype o herramientas similares", explica Fernández. A través de su propia plataforma se distribuyen entre los alumnos los temarios y otros materiales, y los profesores resuelven las dudas a través del correo electrónico.

"Algunos alumnos nos han dicho que están contentos de cómo se está resolviendo, agradecen este mecanismo y poder seguir estudiando durante estas semanas", sostiene Fernández, a quien toda esta situación le hace replantearse cuál es el futuro de la formación: "No puedes evitar que la cabeza te dé vueltas, y piensas que esto va a ser el futuro de la formación".

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