"El principal problema que tenemos ahora en Asturias es encontrar material" para hacer frente al coronavirus, según acaba de reconocer el presidente del Principado. Adrián Barbón ha confirmado que en los últimos días la administración regional ha adquirido una remesa de "unas 150.000 mascarillas" a las que habría que sumar las 62.000 entregadas a Asturias por el Gobierno central pero "nuestro sistema sanitario necesita 25.000 mascarillas al día".

El presidente del Principado ha admitido que se está recurriendo a "un reparto muy prudente" de las mascarillas. "Las tienen que llevar solo los profesionales que están en en contacto directo con personas positivas en coronavirus. El consejero de Salud no las lleva, aunque está yendo continuamente a hospitales. Yo y el personal administrativo de Presidencia tampoco las llevamos porque no las necesitamos", añadió Barbón en una entrevista radiofónica en la Cope.

También se ha pronunciado sobre la situación de las residencias mayores y, concretamente, sobre la falta de personal. "Nos encontramos con una complicación: hay gente que está rechazando incorporase al trabajo. El miedo es humano, pero es cruel", ha declarado Barbón, quien ha confirmado que el brote de la residencia de Grado está vinculado al del Masaveu, donde se produjo la primera víctima mortal en Asturias."Hay residencias medicalizadas, como la de Grado; estamos con análisis en otras, estamos reforzando las medidas de control y cumpliendo escrupulosamente los controles. Necesitamos que llegue más material", ha señalado el presidente del Principado, quien considera "prescindibles" algunas actividades aún permitidas en el decreto de alarma del Gobierno central, como la apertura de las clínicas de fisioterapia.

Barbón ha subrayado que "en Asturias nos hemos adelantado a muchas autonomías" en medidas como "el cierre de colegios" y en la preparación del sistema sanitario "para el peor de los escenarios" con hospitales de campaña y apertura de centros como el de Barros o el destinado a transeúntes en Oviedo. "El peor escenario sería bordear el colapso", indicó el presidente del Principado,que dijo desconocer cuándo se producirá el pico de la pandemia en Asturias y trasladó un mensaje realista a la población: "Vienen días duros y difíciles. No voy a ocultar la verdad pero también quiero enviar un mensaje de esperanza, al final todo va a salir bien".