Aunque el servicio de Salud de Asturias sigue en plena batalla para conseguir todo el material de protección posible para sus empleados, los 230 sanitarios aislados y las sospechas de contagio entre profesionales siguen siendo la gran fuente de preocupación en el sector. Ya se están dando, no obstante, los primeros pasos. Esta mañana el HUCA ha ampliado el reparto mascarillas, y en el resto de hospitales que también acogen a pacientes con coronavirus (como el San Agustín o Cabueñes) también afirman que la situación "empieza a mejorar". Creen, no obstante, que las medidas llegan "algo tarde". "No es culpa de la administración, porque nos ha pillado a todos por sorpresa, pero se podrían haber evitado la baja de muchos compañeros", lamentan.

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La falta de material de protección ha sido un problema para la administración asturiana ya desde el inicio de la crisis y provocó algún problema en los hospitales de fuera de Oviedo, porque en un inicio la campaña de protocolos se centró en la capital (el HUCA sigue siendo el hospital de referencia para tratar los casos más graves) y ahora el resto de áreas sanitarias empiezan a ver cada vez más casos en sus consultas.

Sin ir más lejos, en Cabueñes la semana pasada parte de personal de Urgencias se "plantó" ante la falta de equipos de protección individuales en el área reservada para posibles pacientes con Covid-19. Se negaron a entrar sin protección a primera hora de la mañana y no empezaron a trabajar hasta que la gerencia les envió sus equipos. También la semana pasada los celadores de toda la región lamentaban tener que trabajar "totalmente expuestos" pese a ser la especialidad sanitaria que más se mueve en los centros sanitarios.

De la pandemia no se ha librado ni el 112, que registró este lunes el positivo de una de sus empleadas. Desde entonces desinfectan la centralita todas las noches, trasladando al personal a la antigua sede de Emergencias. "Mi mujer, que también es sanitaria, dio positivo. La habían mandado a casa porque había estado en contacto con una compañera que empezaba a mostrar síntomas. Solo estuvieron juntas un turno. Es un ejemplo de lo importante que es, aunque suene exagerado, que todo el personal lleve mascarillas. El problema es que no hay material y entiendo que la administración tenga que priorizar", explica un empleado del HUCA.

Asturias no es una excepción. La Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) advierte de que el 41% de sus facultativos reconocen no tener medidas de protección en sus consultas de Atención Primaria y en Italia, el otro país europeo en una situación comparable a la española, ya hay más de 5.000 sanitarios infectados.

La región está buscando ya soluciones para que la atención a pacientes no se vea mermada en caso de que estas bajas continúen. El Principado ya se ha empezado a poner en contacto con médicos y enfermeras jubilados de hasta 70 años y con perfil de UCI. A ojos del sindicato de Corriente Sindical de Izquierda en el HUCA, sin embargo, lo "urgente" es conseguir, al menos, mascarillas quirúrgicas para todo el personal. "Sabemos que será complicado comprar tantas, pero es la única manera de garantizar nuestra seguridad y la de los pacientes. Se han visto contagios entre el personal sanitario que no habían tratado directamente con pacientes con Covid y algunos pueden estar ya contagiados y no presentar síntomas, porque lo que protegernos implica, en realidad, proteger a los demás. Los cuidadores podemos ser un foco de infección muy importante; ya se ha visto en las residencias de ancianos", razona. A su juicio, el "error" hasta ahora ha sido proteger al personal solo para atender casos diagnosticados, sin tener en cuenta el contacto con posibles enfermos asintomáticos, ya sean pacientes o empleados de hospital.