El incremento de casos en la residencia geriátrica Palacio del Villar en Piedras Blancas (Castrillón) ha llevado al Principado a realizar el test de presencia de coronavirus a todos los residentes y a la plantilla, a incrementar el personal de enfermería y de auxiliares y a establecer rigurosas pautas de control, que incluyen el confinamiento por plantas y en las habitaciones en función del estado de los residentes. Esta medida se ha ampliado al resto de residencias de mayores. Además, el Gobierno regional ha intensificado las medidas de desinfección e higienización, que ayer se centraron en el geriátrico castrillonense y en el de Santa Teresa, en Oviedo, para extenderse a partir de esta semana al resto de centros en los que se ha detectado el coronavirus.
El número de ancianos contagiados por coronavirus en las residencias públicas del ERA ascendía ayer a 74, que suponen 12 más que el lunes, y 33 positivos entre los trabajadores, también 12 más que la jornada anterior. Es decir, aumentaron en 24 en un solo día. El Principado ha dejado de desglosar el número de personas contagiadas por centro, pero ha admitido que desde el pasado viernes había computado 10 de más en la residencia de Grado. Tampoco facilita información desglosada entre centros públicos y privados -que suponen más de la mitad de los residentes-, aunque desde la Consejería de Derechos Sociales se matizó que "no ha habido nuevas residencias con casos". Tampoco se han registrado más fallecimientos -suman seis hasta ayer-.
Los centros afectados son siete: El Cristo, El Naranco y Santa Teresa, en Oviedo; la de Grado; Palacio de El Villar (Castrillón); Sotiello (Moreda); y Clara Ferrer (Gijón).
Algo más de 14.000 personas residen en los centros públicos y privados que existen en Asturias. De ellas, unas 6.000 están en plazas gestionadas por el ERA y concertadas. El resto, en centros privados, en los que días atrás se habían registrado dos casos positivos.
El personal que recoge las muestras llegó a media mañana al geriátrico de El Villar. Primero tomaron pruebas a los residentes, y posteriormente a todos los trabajadores. Las tres plantas del centro se han dividido y se ha distribuido a los ancianos en cada una de ellas en función de su estado de salud. Y está terminantemente prohibido que los trabajadores se muevan de unas a otras. Ayer también se reforzó la plantilla de enfermeros y de auxiliares.
Estas medidas de clasificación y confinamiento ya se han extendido a todos los centros geriátricos del Principado. Distintas fuentes confirmaron que en las residencias ya no se acude al comedor, y que los residentes realizan las comidas en sus habitaciones. A algunos, en función de su estado, se les permite como medida excepcional que salgan a caminar al pasillo, pero sin coincidir con otros internos.
"Muy buen control"
El consejero de Salud, Pablo Fernández, defendió ayer en Langreo el "muy buen control" que se ha establecido en los centros geriátricos asturianos por la colaboración estrecha entre la consejería que él pilota y la de Derechos Sociales.
Las residencias geriátricas admitieron ayer que se han detectado dos casos de infección, pero también insistieron en su temor a que se "importe" el virus del exterior. De ahí que reincidan en la solicitud de materiales de protección para los trabajadores y alertaron de que el riesgo de contagio y las cuarentenas que deben guardar algunos miembros de las plantillas por precaución, mermen el personal y surjan problemas de reemplazo.
La consejera de Derechos Sociales, Melania Álvarez, aseguró el pasado lunes que se entregará por igual el material de protección tanto en las residencias públicas como en las privadas.
Mientras tanto, la Policía Local de Castrillón hizo entrega ayer en la residencia de mayores de Palacio del Villar de material que ha sido donado por centros educativos del concejo. En total, 2.300 guantes de látex, 30 mascarillas quirúrgicas y dos fundas tipo escafandra como las que se usan en los quirófanos.
