"En México la gente tiene más miedo a morirse de hambre que a la pandemia", señala Ana Castaño Rodríguez, gijonesa de 21 años que estudia Lingüística y Literatura Hispánica en Puebla por un convenio de movilidad de la Universidad de Oviedo. Regresa mañana a España, en un vuelo de Iberia a Madrid, y a continuación en otro a Asturias. Sabe que España está mucho peor que México por lo que se refiere a la incidencia del virus, pero prefiere exponerse que pasar la cuarentena en el país azteca, donde cree que pronto se extenderá el pillaje. "Regreso no solo por si me quedo sin vuelos, sino porque puede aumentar mucho el peligro: en cuanto los mercados se queden sin comida la gente empezará a robar. Es normal, no tienen cómo sobrevivir. Si no salen de sus casas, no consumen, y muchos no tendrían cómo vivir", explica.

Ana Castaño, con raíces familiares en Ponga, resalta que en México hay mucha gente que no cree en el virus, "piensan que es una artimaña del Estado para que se olviden otros asuntos y por eso no se cuidan". Además, cree que allí sería "complicado hacer una cuarentena como en España", porque "muchos no sobrevivirían".

Viajó por primera vez a México el pasado mes de agosto, volvió en Navidades a Gijón y de nuevo en enero puso rumbo a América. Asegura que ella está bien, aunque "preocupada por la gente de aquí (de México) y por cómo les va a afectar todo esto". Reconoce que no tiene ganas de llegar a España: "Me voy porque es lo mejor, pero no porque quiera. Me da pena irme después de tanto tiempo y hacerlo así, sin casi tiempo a despedirme", señala apenada.

Reside en una casa de estudiantes internacional, con otras 14 personas, todas españolas y francesas. Su intención era quedarse hasta mayo, pero el coronavirus ha trastocado sus planes. Asegura que México, ahora mismo está "bien, mucho mejor que en España", porque "aún no hay muchos casos y aunque recomiendan quedarse en casa todavía no está prohibido salir, aunque ya están cerrando bastantes locales".

"El problema es que se prevé que, al no estar tomando medidas estrictas, el virus se extienda mucho y se desabastezcan los mercados", señala. "Además, esto no es como España, la gente tiene muchos más problemas para dejar de trabajar porque la mayoría vive día a día", añade. Así que se teme que pronto "aumenten los robos para sobrevivir y que se vaya a poner peligroso".

Aunque menos, sigue habiendo vuelos de la Ciudad de México a Madrid. Pero casi no hay plazas y las que quedan son "muy caras", tienen "unos precios desorbitados". Además, los vuelos de Aeroméxico están agotados y las demás aerolíneas o no operan o tienen pocos vuelos y todos ya sin plazas libres.

Llegará a la capital de España de madrugada, y una hora después tomará otro avión a Asturias. Después, tendrá que tomar un taxi para llegar a casa, pues la prohibición de que viaje más de una persona en coches particulares impide que la vayan a buscar al aeropuerto.