Es la zona cero de la epidemia en Asturias. La Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Central de Asturias atiende a los enfermos más graves por el coronavirus. La UCI, desde el estallido de la crisis sanitaria, ha ampliado plantas para atender a más enfermos. El último dato oficial de ingresados es de 29 personas, aunque en las últimas horas ha habido varios más. La situación, de momento, está controlada, aunque en la UCI trabajan a destajo desde hace semanas.

Y, sobre todo, con unos protocolos estrictos y medidos al milímetro para tratar a pacientes de coronavirus. Cualquier personal sanitario destinado en la UVI guarda unas medidas de protección máximas para no exponerse al contagio. En vez de la ropa habitual, se debe llevar un traje desechable consistente en una casaca y un pantalón, que se tira después de ser utilizado. Para entrar en el "box" correspondiente, la cosa aumenta, ya que es necesario un equipo de protección individual que consiste en otra bata desechable. Además, los sanitarios llevan doble guante, gorro y, a menudo, también una mascarilla doble. A todas las medidas anteriores hay que sumarles una especie de escafandra especial.

Respecto a los enfermos, a la hora de un ingreso en la UCI también hay protocolos muy precisos respecto al coronavirus. Cuando un paciente ingresa en la Unidad de Cuidados Intensivos se le cogen las vías que sean necesarias y se le pone la medicación de rigor. Pero, aquí viene el punto clave, al paciente se le pone boca abajo, debido a que puede recuperar mejor la oxigenación arterial. El afectado puede pasarse boca abajo muchas horas, aunque cada poco los sanitarios le cambian de postura, tanto los brazos como la cabeza. Ese procedimiento se llama pronación y la postura decúbito prono. En el video que acompaña esta información se puede apreciar este método.

En la UCI del Huca, además, tuvo lugar hace días la primera alta de una paciente en Asturias, una mujer de 56 años que ya está en planta. La mujer ha relatado hoy en LA NUEVA ESPAÑA su experiencia.