"Vienen días muy duros, la máxima incidencia no ha llegado y todavía faltan bastantes días para que llegue. Asturias necesitará muchas más camas" para dar respuesta a la pandemia del COVID-19. El consejero de Salud del Principado, Pablo Fernández Muñiz, anunció ayer que el Gobierno regional sigue buscando nuevos espacios en la región que puedan habilitarse como plantas de hospitalización para infectados por coronavirus. El primero, visitado ayer por el titular de Salud, ha sido el Centro de Discapacidades Neurológicas (Credine) de Barros, en Langreo, que en sus 60 plazas habilitadas para este tipo de pacientes acoge desde anteayer lunes a una decena de enfermos. Ayer, la residencia universitaria del campus de Mieres recibió a sus primeros pacientes. Y el tercer espacio, y el más llamativo, se dio a conocer también ayer: el pabellón central del recinto ferial Luis Adaro, de Gijón, que será convertido en un hospital provisional de cien camas, sin que se descarten futuras ampliaciones.

En declaraciones a los medios durante su visita a Barros, el Consejero fue categórico: "Van a ser días difíciles, en los que el sistema de salud se va a someter a una dura prueba". Pablo Fernández definió este tipo de medidas como "preparativos posibles" que eviten, en caso de necesidad, el colapso del sistema sanitario asturiano.

Horas después, la Cámara de Comercio de Gijón confirmó que había aceptado la petición de la Consejería de Salud para habilitar en el pabellón central de la Feria de Muestras (el recinto más espacioso del complejo ferial) las primeras cien camas. La iniciativa, a la espera de la evolución de la pandemia, podría ponerse en marcha con celeridad. "A partir de ahora todo empieza a funcionar, pero en manos del Principado. Nosotros solo nos ponemos a su disposición para lo que necesiten", explicó Álvaro Alonso, secretario general de la Cámara.

Fernández Muñiz, por su parte, detalló el uso que se le está dando al Centro de Referencia para Personas con Discapacidades Neurológicas: "Se realizó una solicitud al Imserso para que colaborara con el Servicio de Salud del Principado (Sespa) y poder traer aquí pacientes que son COVID positivos, pero que son de poca complejidad en su manejo clínico. Podemos ayudar bastante a las residencias de mayores y de discapacitados, que son la gente que está llegando. Así tenemos un mayor control".

En el centro langreano, que ya contaba con enfermeras y auxiliares, se ha contratado a dos médicos. "Creemos que este recurso es muy interesante, y como este probablemente tengamos que buscar alguno más, en el momento en el que la incidencia en Asturias sea mayor", afirmó el Consejero: "Estamos trabajando en conseguir el uso de más instalaciones, más centros, con escenarios en los que necesitaremos muchas más plazas", agregó. En días pasados, la Universidad de Oviedo puso a disposición de la Consejería de Salud, además de la residencia de estudiantes del campus de Mieres, los colegios mayores de la capital del Principado.

La peor fase de la crisis del coronavirus en Asturias está por llegar, advirtió el Consejero. En el momento actual, el porcentaje de casos nuevos está por debajo de la media nacional y la letalidad, aún con el número importante de fallecidos de ayer (por el lunes), "sigue siendo baja, del 3 por ciento, cuando la media nacional es del 6 por ciento", destacó. Todo esto indica que "estamos en una fase de preparación, en un primer abordaje clínico, que de momento está teniendo éxito, las medidas están siendo apropiadas", prosiguió el Consejero, quien de nuevo demostró que prefiere no pecar de exceso de confianza. "El sistema de salud se va a someter a una dura prueba", pronosticó.

En cuanto al hotel ovetense que ha sido destinado al personal sanitario que tema contagiar a sus allegados por tener contacto de bajo riesgo con pacientes, Fernández indicó que ya está siendo usado y que, "en función de los requerimientos, habrá más". En caso de necesidad, se ofertarán otros espacios de alojamiento. Por el momento, los que se adhieren al proyecto "tienen una serie de controles especiales, como tomarse la temperatura, la llamada vigilancia pasiva, para vigilar si aparecen síntomas".

En cualquier caso, las ausencias de profesionales sanitarios a causa de los aislamientos "no está siendo un problema" hasta el momento. "En otras comunidades no ocurrió así. Desde el principio hubo problemas graves en hospitales y eso mermó su funcionamiento. Afortunadamente a nosotros no nos ha ocurrido", señaló el Consejero.

También en estos días se pondrá en marcha un sistema para que los parkings de los hospitales sean gratuitos para los profesionales que deben realizar tareas en ellos, como por ejemplo, llevar mercancías.

Mientras tanto, Asturias intenta hacer acopio de material para un personal sanitario asturiano que utiliza 25.000 mascarillas cada día. El Consejero apuntó que el Ministerio de Sanidad ha realizado una ayuda importante en la compra de material. "Estamos agradecidos, tomó las riendas de la situación, el Ministerio nos hizo llegar 62.000. Hay compra centralizada, pero no es todo lo que necesitamos", indicó. El desabastecimiento de este tipo de productos está provocando peticiones en masa en todos los países. "En general estamos teniendo éxito en las compras, conseguimos traer pedidos, unos de 100.000, otros de 150.000... Seguimos con esta pelea diaria de conseguir material", aseveró el responsable de la Consejería de Salud.