Se llama Raimundo García Cuesta, aunque para muchos noreñenses es simplemente Rai. Agente de la Policía Local, llegó a la Villa Condal hace casi siete años, mediante un traslado desde Oviedo, donde servía anteriormente. Su adaptación al concejo más pequeño de la región fue modélica, y en poco tiempo Raimundo García Cuesta se convirtió en una persona popular en el municipio, donde se aprecia su buen humor, su predisposición para ayudar a los vecinos y su sentido común en el ejercicio de sus funciones. Ahora, en medio de la crisis por la pandemia de coronavirus, su popularidad ha desbordado las fronteras noreñenses, merced al desparpajo con el que, cada tarde, anima desde su coche patrulla a los vecinos a sobrellevar con buen humor el confinamiento.

"Ya me han llamado de la radio, y en un rato conecto con Ana Rosa", comentaba al mediodía de ayer, entre risas, Raimundo García Cuesta. Sus mensajes de patrulla, animando a los vecinos, se han hecho virales a través de las redes sociales y han llamado la atención de toda España, aunque a él lo que realmente le emocionan son las pancartas que los niños de Noreña cuelgan en sus ventanas para agradecerle sus esfuerzos o gestos como el de otro menor del pueblo que permanece ingresado en el HUCA (no a causa del coronavirus) y que cada tarde, a las ocho, se asoma a la ventana de su habitación por si la patrulla de Rai llega hasta allí. "Nos conmovió la historia, y por eso quisimos saludarle", revela García Cuesta, que dedicó una de sus patrullas al rapaz.

"Lo único que queremos es ayudar, poner en valor la vida y reivindicar lo bien que lo están haciendo todos los vecinos, porque el confinamiento en Noreña está siendo modélico", señala García Cuesta, que en esta labor de "coaching" vecinal ha tenido la complicidad del concejal de Seguridad, Pelayo Suárez, a la hora de impulsar estas patrullas.

"El secreto es darle chispa, hacerlo con alegría e ilusión, y luego, claro, contar con la implicación de la gente", sostiene el agente, que en cada patrulla cuenta con un ayudante para las tareas de intendencia dentro del coche. "Pero todo se hace cumpliendo a rajatabla los protocolos de seguridad", apunta García Cuesta, que no se refiere solo a evitar un contagio por coronavirus. Y es que el agente es, además, presidente de la Asociación Española de Accidentología Vial (AEAV), entidad centrada en reforzar la seguridad en el transporte y reducir el número de accidentes de tráfico. Esta es una labor también conocida por los noreñenses, ya que por mediación de García Cuesta en los últimos años se han desarrollado en la Villa Condal diferentes actividades relacionadas con la seguridad vial.