Las agencias de viajes de Asturias han logrado repatriar, mediante diversos medios, a 400 asturianos a los que la crisis del coronavirus había dejado atrapados en el extranjero. Y, según la patronal asturiana de estas empresas Otava, se sigue aún en contacto con las compañías aéreas y de transporte para facilitar esas vueltas a casa, más complicadas de lo que parece. "Lo más duro está siendo pelear, en una búsqueda frenética de medios de transporte, para poder traer de vuelta a casa a los cientos de pasajeros que se han visto afectados por esta pandemia", señalan desde esta asociación empresarial.

El esuferzo ha sido tal que ya son muy pocos los asturianos que quedan fuera del Principado y que desean volver. Las agencias de viajes aseguran que solo hay 15 (la mayoría en América Latina, en Colombia o República Dominicana) que aún no lograron regresar. Por su parte, la dirección regional de Emigración habilitó un canal para tratar de ayudar en estos retornos. Llamaron a las puertas del Gobierno regional 110 personas atrapadas fuera y según la directora general Begoña Serrano, solo quedan cuatro por volver y, de ellas puntualiza, dos ya tienen el billete.

Pese al éxito, las agencias de viajes aseguran que "los trabajos de repatriación están siendo duros y a contrarreloj debido a las medidas gubernamentales que restringen cada vez más la libre circulación de personas". Todo esto, además, en un clima de creciente incertidumbre para el negocio de estas agencias de viaje. Su actividad ha caído a plomo debido a la crisis sanitaria y la inmensa mayoría de los viajes que tenían reservados para estas semanas están siendo cancelados sin remedio. Con la evidente merma de ingresos que esta situación trae para este tipo de establecimientos, en su mayoría regentados por autónomos con, como mucho, uno o dos empleados que les echen una mano. "Muchas de ellas por mujeres empresarias que arriesgan su capital y su patrimonio", añade el presidente de Otava, Íñigo Fernández.

La patronal asturiana de este sector denuncia que las pequeñas agencias están siendo capaces de repatriar a la gran mayoría de los clientes sin ningún tipo de ayuda, asumiendo el tremendo coste personal y financiero que supone sacar este trabajo adelante. También critican la actitud de algunas asociaciones de consumidores que aseguran que están tratando de sacar tajada de este problema, sin aportar soluciones.

A todo esto añaden otro frente más: el de los proveedores. Las negociaciones en este ámbito también han sido duras, dicen. Han tenido que negociar con muchos de ellos (cadenas de hoteles, empresas de transporte...) para conseguir que les devuelvan el dinero de los anticipos que habían pagado los viajeros por estancias o viajes que ahora han quedado suspendidos por el mandato de los Gobierno, para evitar que el coronavirus se extienda sin control. Esas devoluciones convierten en humo los beneficios de su negocio.

"La lucha de las agencias no ha acabado porque hay proveedores turísticos que, haciendo caso omiso de la ley de consumo, retienen importes con el subterfugio de que se quedan para el futuro viaje de ese cliente", señala la patronal. A través de un manifiesto, la asociación empresarial reivindica el papel clave de estas compañías para la economía y critica que casi no se las tiene en cuenta ni se las valora aunque cada año mueven miles y miles de millones de euros. "Pedimos ser escuchados y que se nos faciliten medidas urgentes para paliar los daños de esta crisis", resalta Otava. Y añade: "Exigimos a los diferentes gobiernos que hagan cumplir la ley rigurosamente a aquellas empresas que haciendo una interpretación más que dudosa del estado de excepcionalidad secuestran los recursos de sus clientes".

Según algunas estimaciones, el sector de las agencias de viajes en Asturias da empleo de forma directa a unas 300 personas y mueve de forma anual unos 400 millones de euros.