"Estaba muy a gusto en mi casa, pero mi conciencia me obligaba a ofrecerme para echar una mano". Así se pronunció ayer Francisco del Busto, consejero de Sanidad del Principado en la anterior legislatura (2015-2019), horas después de renunciar a su situación de jubilado para reforzar el servicio de emergencias médicas (SAMU), esencial en la lucha contra la pandemia del COVID-19. Ayer fue su primera jornada de trabajo.

El doctor del Busto forma parte del primer contingente de médicos jubilados asturianos menores de 70 años que aceptan retornar al ejercicio de la profesión para hacer frente al nuevo coronavirus. Por el momento, el Servicio de Salud del Principado (Sespa) ha ofrecido esta posibilidad a "reservistas" de las disciplinas más necesitadas de efectivos en las circunstancias actuales: familia, neumología, medicina interna, medicina intensiva y urgencias.

EL SAMU es un área que Francisco del Busto conoce bien dado que es especialista en Urgencias y durante muchos años fue responsable de este departamento en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). Ayer estuvo una parte de la mañana en el centro coordinador de La Morgal (Llanera) y otra parte en los servicios centrales, en la ovetense plaza del Carbayón. "Estaré cada día donde me pongan, donde haga falta, no tendré ningún problema", declaró del Busto a LA NUEVA ESPAÑA. Y añadió: "Está claro que ahora mismo toda ayuda es poca y que es más necesario que nunca sumar".

Médicos sin especialidad

Francisco del Busto cumplió 65 años a finales de 2018, y entonces firmó su jubilación. Decidió no solicitar una prórroga en el servicio activo, petición que años atrás no se concedía a casi ningún médico pero que, con la llegada de la escasez de facultativos, en los últimos tiempos es otorgada a un apreciable número de profesionales en las especialidades en las que se registran carencias. A mediados del año pasado, tras las elecciones autonómicas, dejó el cargo de Consejero, y pasó de forma oficial a la condición de jubilado.

Siguiendo las directrices marcadas por el Ministerio de Sanidad, el Sespa ha comenzado a renovar los contratos de los médicos internos residentes (MIR) que en este próximo mes de mayo concluían su periodo de especialización en los centros sanitarios de Asturias. Asimismo, ha contratados a médicos que en su momento aprobaron el examen MIR pero no obtuvieron suficiente nota para acceder a una plaza que les permitiera realizar una especialidad. Por el momento, el Servicio de Salud no se ha planteado poner a trabajar a los estudiantes que cursan sexto de Medicina en la Universidad de Oviedo, otra opción extrema que ha autorizado el Ministerio de Sanidad.

En otras categorías sanitarias, la Administración regional aún dispone de demandantes de empleo en las bolsas de enfermeras, auxiliares y celadores. Habrá que ver qué sucede en los próximos días con los contagios de profesionales del sistema de salud, potencial causa de numerosas bajas. Según la información que la Consejería de Salud facilitó a este periódico, anteayer martes eran 234 los trabajadores del Sespa que se hallaban en situaciones de aislamiento y vigilancia por haber sido infectados o haber mantenido contactos de alto riesgo con personas infectadas.