En los últimos días se ha detectado el pirateo de los contenidos de diferentes periódicos y revistas, tanto asturianos como nacionales, y su difusión a través de las redes sociales o de la aplicación Whatsapp. Ni qué decir tiene que se trata de un delito perseguible y penado. En concreto se trata de un delito contra la propiedad intelectual e industrial, indican fuentes jurídicas, que lleva aparejadas penas de entre seis meses y cuatro años de prisión, así como penas de multas. Incurren en él las personas que realizan la difusión ilegal del periódico, tanto la que lleva a cabo el primer envío de los contenidos, como aquellos que van reenviándolo a sus diferentes contactos, muchas veces sin saber que se trata de un delito. Y aunque se trate de envíos a través de Whatsapp, las fuerzas de seguridad cuentan con herramientas para rastrear este tipo de mensajes, según indican fuentes policiales. Se trata de uno más de los delitos cibernéticos que no hacen más que crecer en los últimos tiempos y que son uno de los objetivos primordiales de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.