La entrada en vigor de las nuevas pautas adoptadas por la banca para evitar la habitual concentración de pensionistas en las sucursales en los días en que se produce el abono de las prestaciones de la Seguridad Social en sus cuentas bancarias, y para prevenir con ello riesgo de contagios, se solventó ayer sin contratiempos y con un elevado seguimiento de las prescripciones, lo que evitó las masificaciones habituales en las sucursales, explicaron fuentes de Liberbank, Sabadell-Herrero y Caja Rural de Asturias, las tres más importantes organizaciones financieras de origen asturiano.

Las entidades comunicaron telefónicamente o por mensajes a los móviles de sus clientes que se habían realizado los ingresos para hacer innecesaria su presencia en las sucursales, les recomendaron que tanto las actualizaciones de las cartillas como los reintegros las realizasen en los cajeros automáticos o que encomendasen la gestión a familiares autorizados y, en caso de precisar atención personalizada en las oficinas, se les pidió que solicitaran cita previa para evitar aglomeraciones y tiempos de espera.

"La acogida ha ido muy buena. Está funcionando y estamos muy satisfechos", dijo una fuente autorizada de Caja Rural de Asturias. En medios del Sabadell-Herrero se expresó en el mismo sentido que "la medida está siendo muy eficaz pues la practica totalidad de los pensionistas han dejado de acudir a la oficina y agradecen el asesoramiento individualizado que están recibiendo por parte de cada gestor del banco". En el caso de Liberbank, la afluencia de pensionistas a las oficinas en el día de cobro se redujo a sólo un tercio de la cifra habitual. "Funcionó francamente bien y la asistencia, salvo casos aislados por despiste, fue mediante cita previa y, por lo tanto, de forma escalonada para evitar que los clientes hiciesen colas", dijo un portavoz.

Desde el estado de alarma, la afluencia de público a las oficinas se ha reducido en el 60 ó 70% en el caso de Liberbank, por lo que la entidad está analizando el posible cierre temporal de sucursales que estén cercanas entre sí y no supongan merma del servicio. Sabadell-Herrero ya ha clausurado de forma transitoria y por prevención 17 de sus 109 delegaciones. Caja Rural mantiene abiertas las 115 suyas. En esta cooperativa de crédito han detectado un aumento del uso de banca digital del 30%. El incremento se atribuye fundamentalmente a clientes particulares, dado que en las empresas el recurso a esta modalidad ya era muy alto.

Algunas oficinas de Liberbank que cerraron por algún contagio en su personal o la aparición de casos sospechosos (la mayoría en Castilla-La Mancha, aunque ha habido algún caso también en Asturias) abrirán de forma inmediata tras el periodo de cuarentena de su personal y la desinfección de los locales.

En cuanto a sus plantillas, las tres entidades (al igual que otras del sector) han adoptado medidas de contingencia. "En Sabadell Herrero el teletrabajo está siendo muy operativo y se están desarrollando con normalidad todos los servicios", dijo una fuente. "La atención al cliente se sigue prestando en todas oficinas, salvo las 17 cerradas temporalmente, y en todos los casos cumpliendo todas las normas que traslada la autoridad sanitaria", señaló el banco.

En Liberbank la mitad de la plantilla trabaja con presencia física, hay un 25% aproximadamente que lo hace mediante teletrabajo y en torno al 20% restante permanece en sus hogares sin trabajar por ser considerado colectivo de riesgo, indicó la entidad.

En Caja Rural de Asturias, y del personal de oficinas, 218 trabajadores están en sus puestos y 85 permanecen en sus casas como retén por si hubiese bajas por enfermedad y fuese necesario hacer sustituciones. En los servicios centrales, 77 trabajan a distancia desde sus casas y 14 lo hacen de forma presencial, explicó la entidad.