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Un sudoku imprevisto para los niños de altas capacidades

"Estos días de confinamiento están demostrando que el sistema educativo no se adapta a ellos", lamentan las familias

Una niña gijonesa con altas capacidades hace sus deberes. LNE

Los niños con altas capacidades de Asturias aprovechan estos días de confinamiento para participar en un estudio nacional que analizará el impacto de la docencia online y la viabilidad de aplicar, a la larga, programas reglados del llamado "homeschooling", la disciplina que aboga por que los alumnos estudien siempre desde casa. "Mi hijo acabó el martes la tarea que le habían asignado desde el colegio para toda la semana; está claro que para ciertos alumnos el sistema educativo, tal y como está planteado, se queda obsoleto y no se adapta", reconoció ayer una madre gijonesa.

Esta modalidad del "home school", asentada como una opción educativa en varios países del mundo (sobre todo en Estados Unidos), no está aún reglada en España y, dependiendo del caso, puede acarrear problemas con la justicia si la administración considera que el niño implicado está sin escolarizar. La asociación regional ya ha empezado a recoger sus propios datos a partir de encuestas, que valorarán la capacidad de conciliación laboral de los progenitores y la laxitud de los centros privados o públicos ante las faltas de asistencia, entre otros aspectos.

Analizar si la educación en el domicilio es viable para este tipo de niños será complicado por la inexistencia de un "perfil tipo". Así lo piensa, al menos, Irela García, presidenta de esta asociación, Apadac, que incide en que "cada caso es un mundo". "Hay niños que estudian mejor desde casa porque se desenvuelven mejor solos y otros que necesitan algún empujón para motivarse y que desde casa no se consigue", aclara. En estos días de encierro, de hecho, varias familias con niños que sobresalen en disciplinas deportivas ya le han comunicado su inquietud. "Cualquier niño quiere salir al parque por las tardes, pero a los míos a nivel motriz son más exigentes y les está costando más dormirse", aclaró ayer otro padre gijonés de dos pequeños de alta capacidad de 10 y 7 años. "Lo que sí estamos viendo es que a muchos de estos niños les está viniendo bien no ir a clase. Están avanzando mucho más rápido por su cuenta", completa la madre gijonesa citada al principio. Ninguno de los dos padres quieren dar a conocer sus nombres para que sus hijos no se "encasillen". "Mucha gente aún no lo entiende", lamentan.

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