Hay dos actividades económicas que permanecen estos días en una especie de limbo. Abiertos, pero funcionando a medio gas. Es el caso de los talleres de coches -que pueden tener actividad pero no la persiana abierta- y de las gasolineras cuya facturación ha caído a plomo durante estas dos últimas semanas, especialmente en las zonas urbanas-. Las empresas asturianas de ambos sectores están conteniendo por el momento los ajustes a la espera de ver por dónde evoluciona esta cuarentena, pero advierten que no podrán aguantar demasiado tiempo de brazos cruzados.

El caso de los talleres de coches es curioso. Explica el presidente de la patronal de este sector en la región, Rogelio Cuesta, que "podemos recepcionar los coches pero no puede haber tránsito de clientes en el taller". Esto quiere decir que aquel que tenga una avería o una urgencia tiene que dejar el turismo a la puerta del taller avisar e irse. Manteniendo siempre las distancias de seguridad. De hecho, ya les ha ocurrido, dice Cuesta, que "la Guardia Civil no nos considera un servicio esencial y cuando para a alguien en la carretera que les dicen que va a llevar al coche al taller le dan la vuelta para casa". Así, que están compuestos y sin clientes. Porque, además, la clientela, lógicamente, ha caído en picado durante estos últimos días. Casi no hay coches en la carretera, por lo tanto, tampoco en los talleres. A lo que hay que añadir otro problema. Las grandes marcas sí que han cerrado sus negocios, por lo que los recambios escasean. Tanto que ya casi no hay piezas. "La situación en la que estamos la verdad es que no la entiende nadie, en Asturias ahora mismo tenemos trabajo para, como mucho, quince talleres, no para 1.300", señala Cuesta. De momento van conteniendo los ajustes de empleo.

Igual de peculiar es la situación de las gasolineras, según señala también la patronal asturiana del sector. En muchas de las urbanas en ciudades como Oviedo, Gijón o Avilés la facturación ha caído en más de un 90%. "Las que estamos en los polígonos aguantamos algo mejor", señala Fernando Villa, presidente de la Asociación de Vendedores de Carburantes y Combustibles al por menor de Asturias. También han tomado sus medidas, ahora son todas de autoservicio para evitar contactos.