Al Gobierno de Asturias cada vez le cuesta más disimular su enfado con la gestión del Ministerio de Sanidad en la consecución de material para proteger a los profesionales frente al COVID-19. En días pasados, el consejero de Salud, Pablo Fernández Muñiz, mencionó en varias ocasiones la intención del Ministerio de realizar compras centralizadas y distribuir después los diversos productos entre las diversas comunidades autónomas. ¿La realidad a día de hoy? Que haya trascendido públicamente, al Principado han llegado 60.229 mascarillas, el 1,49 por ciento de las que el Ministerio distribuyó por el país en ese contingente.

Si se tiene en cuenta que el personal sanitario de la región consume diariamente unas 25.000 mascarillas, la conclusión es que el envío ministerial sirve para un par de días. Por eso no resulta extraño que los recursos estén dosificados hasta el exceso en los hospitales y centros de salud de Asturias, y que las quejas de la plantilla del Servicio de Salud del Principado (Sespa) por la carencia de herramientas de protección no hagan sino crecer de día en día.

Después de muchos anuncios de compras de resultados inciertos, fue anteayer, miércoles, cuando el ministro de Sanidad, Salvador Illa, compareció en rueda de prensa para comunicar una nueva compra de material sanitario a China que se espera que dé mejores resultados que la partida de pruebas de detección ultrarrápida. Esta nueva operación, por valor de 509 millones de euros, incluye 585 millones de mascarillas, 11 millones de guantes, 5,5 millones de test rápidos y 1.114 equipos de respiración asistida, para reforzar la capacidad de las unidades de cuidados intensivos (UCI) de todo el país, enfatizó Illa, sucesor en el cargo de la asturiana María Luisa Carcedo.

Además, el titular de Sanidad destacó que se está haciendo un esfuerzo para aumentar la capacidad de producción nacional y pidió a las empresas que ayuden al Gobierno en este empeño, que es "de todos". Según Salvador Illa, desde el pasado día 10 el Ministerio ha sido capaz de suministrar casi siete millones de mascarillas, de las cuales dos millones han sido para la Comunidad de Madrid, la más afectada por el coronavirus. "No entro en el reproche de quien compra mejor o peor, lo que hay que decir es que el mercado está desbordado", señaló Illa, quien anunció para este próximo fin de semana una entrega "importante" de material, aunque reconoció que no puede confirmar que llegue.