En la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del HUCA, la zona cero de la lucha contra la pandemia, donde están los pacientes más graves (más de treinta, según el último recuento), trabajan a destajo contra el coronavirus. Y un virus desconocido exige aplicar distintas técnicas para los enfermos que lo requieren. La más importante, que aplican en la UCI del HUCA, se denomina pronación y tiene que ver con la postura del paciente. Consiste en poner al enfermo boca abajo (postura llamada decúbito prono), ya que así puede recuperar mejor la oxigenación arterial.

La UCI, ante la crisis del coronavirus, ha empezado a organizar a todo el personal (más de 150 personas) en esta técnica y ayer hicieron una demostración ante los medios. Calculan que en seis horas pueden formarse hasta 30 profesionales. "Se trata de algo fundamental en los pacientes más graves y debemos tener a todos los profesionales formados. La pronación es una técnica fundamental, segura en la mayoría de las ocasiones, barata y muy efectiva", recalcó ayer Cecilia del Busto, médico de la UCI. "Los pacientes críticos necesitan muchísimos soportes para los órganos, no solo para los respiratorios. El movimiento requiere coordinación", indicó Del Busto, antes de que cinco sanitarios (dos enfermeros, un celador y dos médicos) procedieran a realizar un simulacro de la pronación con un maniquí.

En pocos minutos, y con ayuda de dos almohadas, le dieron la vuelta al paciente y concretaron la operación, que estos días en la UCI del HUCA se repite sin cesar. La demostración de la técnica de la pronación se produjo ayer a mediodía en una sala del HUCA. Poco antes, en la UCI, se produjeron varias quejas del personal sanitario por la falta de material básico para trabajar. La escasez de material, hasta el momento, no había sido un problema en la unidad donde están los pacientes más graves, pero ayer afloraron las primeras quejas. Al concluir el turno de noche del miércoles, a las ocho de la mañana de ayer, faltaban toallas, mascarillas y también los trajes desechables consistentes en una casaca y un pantalón. De hecho, varios enfermeros que se incorporaron en el turno de mañana tuvieron que utilizar los habituales trajes blancos en lugar de esos desechables. A partir de ahora, además, el servicio sanitario espera utilizar los trajes verdes de quirófano.

También hubo escasez de mascarillas y los profesionales se quejaron de la calidad de las mismas durante el turno de noche. En lo sucesivo, se prevé que la supervisora correspondiente reparta las mascarillas al principio de cada turno. Las quejas por la falta de material también pusieron el foco en elementos básicos, como toallas. Algunos sanitarios tuvieron que utilizar una colcha tras la ducha después de la jornada, algo habitual estos días durante la crisis sanitaria.

La Consejería de Sanidad, en cambio, no aprecia el problema a raíz de las quejas de estos profesionales. "Tienen material, han tenido muchas donaciones y no hay problema alguno", respondieron ayer desde el Principado a preguntas de este periódico. Tampoco aprecian desde la Consejería la escasez de toallas y la utilización de colchas por los profesionales: "En un hospital no hay colchas", concluyen.