La imagen refleja la lucha contra la pandemia en Asturias: un operario, cubierto de pies a cabeza con un traje de protección química blanco, desinfecta la cueva de la Santina, principal icono de la región. En el recinto sagrado, a los pies de la Virgen de Covadonga, el empleado del Ayuntamiento de Cangas de Onís espantaba ayer el virus, extendiendo líquido por toda la gruta con la ayuda de una mochila y una manguera. Agua con lejía. El Ayuntamiento de Cangas de Onís compró la semana pasada dos palés de lejía. Tiene suficiente para fumigar toda la comarca de los Picos de Europa.
Fue el propio abad de Covadonga, Adolfo Mariño, el que la semana pasada sugirió al alcalde cangués, José Manuel González Castro, que hacía una ronda de llamadas para interesarse por la situación en la zona rural del concejo, la conveniencia de desinfectar Covadonga, foco principal de atracción turística de Asturias. Dicho y hecho: ayer las tareas de desinfección comenzaron por el real sitio y se desarrollaron tanto en la explanada de la basílica como en el interior de la santa cueva. "La importancia de Covadonga en cuanto a número de visitantes y peregrinos cuando todo vuelva a la normalidad nos lleva a desarrollar también los trabajos allí", señaló el Alcalde.
Las tareas de desinfección comenzaron el miércoles, en la capital del concejo: calles, parques, entorno del centro de salud y residencia de ancianos, mobiliario público, barandillas, supermercados... Un operario, con mochila y manguera, hace los trabajos. Además, un tractor fumiga las calles. El miércoles tocó limpiar Mestas de Con, y ayer, además del santuario, Corao, Llanu y, en especial, los pueblos donde la gente puede salir porque hay tiendas. En los próximos días continuarán las tareas de desinfección, tanto en la ciudad como en la zona rural. "Todos tenemos que poner de nuestra parte para acabar con el 'bichu' y desde el Ayuntamiento no vamos a dejar de esforzarnos para continuar trabajando y acabar con esta crisis sanitaria", manifestó el regidor.
