Los municipios temen a los contagios del fin de semana. Los que pueden propiciar las visitas y los vecinos de segundas residencias que, pese a la orden del Gobierno y el control extremado de los agentes de la autoridad, puedan acabar desplazándose con el riesgo que entraña. Así que en algunos concejos las medidas para extremar el estado de alarma las están adoptando los alcaldes. Y eso ha ocurrido en el Ayuntamiento de Valdés, que ha decidido cerrar el municipio a los visitantes y se ha ordenado a la Policía Local que identifique a las personas que estén de visita para proponerlas para una sanción.

El alcalde de Valdés, Óscar Pérez, ha comunicado el siguiente mensaje: "Acabo de dar la orden a la Policía de que durante los próximos días proceda a identificar a todas las personas que estén en Valdés de viaje o visita a segunda residencia y se les proponga para sanción por violar flagrantemente el Decreto de Estado de Alarma". El regidor tranquiliza a los vecinos no empadronados pero residentes habituales o que estuvieran en el municipio antes de la entrada en vigor del Estado de Alarma, quienes no serán denunciados.

El regidor añade: "Desde el Ayuntamiento de Valdés no vamos a permitir que la llegada masiva e injustificada de visitantes ponga en peligro la salud de nuestros vecinos ni los avances logrados estas últimas dos semanas. Mucho más cuando hablamos de un municipio con altas tasas de población vulnerable". De este modo, la Policía Local valdesana se une a los controles que ya realiza la Guardia Civil y la Policía Nacional.

Precisamente en una intervención pública del presidente del Principado, Adrián Barbón, éste insistía en la misma clave: la de forzar a todos los ciudadanos a extremar su confinamiento. Literalmente el presidente regional se refirió a la necesidad de que la población se conciencie de que "ni se debe hacer la compra todos los días, ni ir a la farmacia todos los días". Barbón tiene previsto argumentar mañana, en la reunión de presidentes regionales con Pedro Sánchez, sobre la necesidad de que el estado de alarma se extienda a más actividades empresariales de las que ahora están obligadas al cierre, para que se reduzca la actividad, por ejemplo, en clínicas de fisioterapia y otras similares.