La Cámara de Representantes de EE UU aprobó ayer de manera mayoritaria un paquete de estímulo fiscal de más de 2 billones de dólares para tratar de contener el impacto económico de la pandemia del coronavirus. El plan de estímulo, que representa alrededor de un 10 % del producto interior bruto del país, ya recibió la luz verde del Senado, con lo que solo le resta la firma del presidente Trump para entrar en funcionamiento.

Trump ya anticipó que firmará la legislación, que cuenta con el respaldo de demócratas y republicanos en una rara muestra de apoyo bipartidista, en cuanto llegue a su mesa.

El paquete de estímulo fiscal es el triple del puesto en práctica en 2009, tras el estallido de la crisis financiera, que ascendió a 700.000 millones de dólares.

Las medidas coinciden con la expansión creciente de la pandemia. EE UU ya supera a China y se convierte en el país del mundo con más casos detectados. En el recuento del jueves, el último oficial, se registraron más de 85.00 contagios, lo que supera los 81.782 de China. El número de positivos están creciendo a razón de unos 5.000 diarios.

Colaborar con China

A medida que la epidemia afecta al país, la posición de Trump cambia respecto a su desdén inicial ante la amenaza. El presidente estadounidense incluso está modificando su posición en lo concerniente a China, que pasaría de ser el sospechoso principal de haber propiciado esta emergencia sanitaria por su falta de información a convertirse en un aliado importante. "China ha desarrollado una sólida comprensión del virus", afirmó ayer Trump tras hablar por teléfono con su homólogo chino, Xi Jinping. "Estamos trabajando estrechamente juntos", escribió Trump en Twitter .