"Estamos en un ámbito tecnológico y tenemos que dar ejemplo". El director de la Escuela Politécnica de Ingeniería de Gijón, Juan Carlos Campo, resume de forma gráfica los pasos que se han dado para hacer que la docencia "en un 95 por ciento" se siga impartiendo con bastante normalidad en su campus, especialmente en los másteres, on-line y a distancia. La Politécnica presume de que su profesorado sí se ha adaptado al confinamiento frente a lo que ocurre en otros centros de la Universidad.
Profesores y alumnos se han sumado a las posibilidades que ofrece la tecnología, como el campus virtual en que habitualmente se comparten materiales, o la herramienta "Teams" que permite desarrollar las clases en directo y on-line. Y los resultados están siendo "muy dignos", sostiene Campo, puesto que las asignaturas teóricas están avanzando el temario sin mayores complicaciones y muchas prácticas se han reconvertido para realizarlas a distancia. Otras, de experimentación directa en el laboratorio, no se pueden llevar a cabo, pero son las menos. Algunas asignaturas están teniendo ahora en remoto mayor asistencia que en presencial, tal y como constatan los profesores de la Politécnica, satisfechos con la respuesta y el esfuerzo de los alumnos.
"Era una reconversión que tenía que llegar, pero no de forma tan abrupta", reflexiona el director, convencido de que la crisis del coronavirus ha hecho que las aulas asuman de repente lo que llevaba planteando desde hace años. "Estamos descubriendo las posibilidades de estas nuevas herramientas, si bien también se están poniendo de manifiesto las debilidades de la conectividad en algunos lugares; la infraestructura de comunicaciones es extremadamente importante", subraya.
Bien lo sabe el profesor de la Escuela Manuel Rico, que reside en la zona rural de Llanera y a veces no tiene todas las facilidades necesarias. Aún así se las ha ingeniado para grabar un total de doce vídeos de clases que cuelga en Youtube para sus alumnos de electrónica de potencia y para renovables. Los alumnos siguen las clases y a través de "Teams", en grupos reducidos, Rico los cita para ir resolviendo dudas. Todo ello, siguiendo el horario habitual de clases, y "los chavales lo agradecen mucho".
Otros profesores van dejando materiales en el campus virtual y "luego nos conectamos con ellos para aclarar lo que no entendamos", explica el alumno de segundo de Ingeniería Mecánica Diego Piñera. Incluso ha hecho ya un examen on-line. Queda por ver "cómo se hará la evaluación, es lo que más preocupa", reconoce. Pero las clases siguen adelante " y es lo que importa", porque "al fin y al cabo no perdemos el curso".
