España no es el único país que adquirió material sanitario defectuoso procedente del extranjero. Países como Holanda, la República Checa, Turquía o Ucrania han tenido el mismo problema a la hora de adquirir materiales para luchar contra el coronavirus en China. En el caso de Holanda, el gobierno ha iniciado los trámites para devolver 600.000 mascarillas que no cumplían con los estándares requeridos. Por su parte, la República Checa, Turquía y Ucrania han tenido, como España, problemas con la efectividad de los test rápidos adquiridos en Oriente.

Estos no son los únicos problemas que han padecido, en estos últimos días, los países de la Unión Europea a la hora de hacer acopio de material sanitario para luchar contra la pandemia. Alemania perdió días atrás un cargamento con seis millones de mascarillas tipo FFP2. El cargamento, adquirido a un proveedor de Kenia, se extravió presuntamente en un aeropuerto del país africano. Aunque las autoridades alemanas no se han pronunciado, se baraja dos opciones: o el proveedor encontró un comprador que ofrecía más por el material, o el cargamento cayó en manos de alguna mafia local que lo está revendiendo.