Asturias sigue en la tendencia estadística de descenso en el ritmo de nuevos casos de COVID-19, ya que el leve repunte de la jornada del 30 de marzo se encuentra dentro de los márgenes del modelo matemático de evolución de la enfermedad elaborado por el matemático Juan Luis Fernández.

El pronóstico es que después de esta semana comience a notarse una caída en el número de personas ingresadas en las instalaciones sanitarias y que el número total de pacientes en Unidades de Cuidados Intensivos al mismo tiempo en Asturias se sitúe en el entorno de 70 personas.

España mantiene el descenso en el ritmo de nuevos casos diagnosticados, lo que coincide con el pronóstico del matemático Juan Luis Fernández, catedrático de la Universidad de Oviedo, quien ya la semana pasada había afirmado, basándose en un modelo predictivo de evolución de la enfermedad, que el pasado fin de semana el país alcanzaría el pico de contagios.

El número de contagiados declarados en España ha superado hoy (con datos referidos a ayer día 29 de marzo a las 21.00 horas) las 85.000 personas, con lo que España sobrepasa ya en casos a China, aproximándose a los niveles de contagio de Italia. No obstante, los modelos matemáticos empleados por Juan Luis Fernández y la profesora de matemáticas de la Universidad de Oviedo Zulima Fernández Muñiz, constatan una tendencia descendente, de modo que España podría haber superado ya el pico de nuevos enfermos diarios. Según el modelo, de mantenerse el ritmo de caída que predicen las matemáticas, el número de contagiados diarios en el país en torno al 12 de abril se situaría en unas 700 personas, un nivel parecido al que existía hace 20 días.

Esta predicción resulta clave para los sistemas sanitarios, que afrontan los próximos días las jornadas de mayor estrés y riesgo de saturación. Porque conviene recordar que un descenso de casos diarios no supone ningún alivio más allá que saber que se ha logrado reducir el flujo de entrada de pacientes en los hospitales y las Unidades de Cuidados Intensivos (UCIs), primer paso para evitar el colapso.

Pero esta semana y la próxima serán clave. La entrada de enfermos continuará produciéndose, aunque con una intensidad menor, pero los servicios médicos aún tardarán muchos días en elevar el ritmo de altas sanitarias para despejar camas de hospital y de UCI. De ahí que evitar que se vuelvan a incrementar los contagios resulte tan importante.

Ante la inminente saturación de los servicios sanitarios en comunidades como Madrid y Cataluña, pero también en otras como Castilla-La Mancha, Castilla y León, País Vasco, Navarra, Aragón y La Rioja, el Ministerio de Sanidad admite que sopesa la opción de trasladar pacientes a otras Comunidades Autónomas.

El gobierno del Principado, no obstante, ha señalado hoy que no tiene constancia de ninguna solicitud y que, de haberla, será "evaluada" siguiendo el criterio de que "la prioridad es garantizar la atención adecuada a los asturianos y asturianas, tanto la actual como la que pueda necesitarse durante las próximas semanas en función de la evolución de la pandemia". Resulta evidente que, aunque las cifras actuales en algunas autonomías parezcan indicar que cubren holgadamente la atención a pacientes, esa cifra continuará incrementándose los próximos días, poniendo a prueba la capacidad de respuesta de cada sistema sanitario autonómico.

Falta de homogeneidad en los datos

Si algo parece quedar cada vez más claro en el análisis de esta epidemia es que resulta muy complicado comparar las estadísticas de cada país para tratar de entrever un patrón en la epidemia. Eso podría explicar en parte las discrepancias en el porcentaje de fallecidos frente a los enfermos totales que se observa en diferentes países. Así, según han informado distintos medios, Francia no suma como fallecimientos causados por el coronavirus aquellos que se producen fuera de los hospitales; tampoco en España se cuentan los casos de fallecidos en residencias o domicilios a los que no se les ha realizado un test de detección. Italia, en cambio, considera como fallecido a causa del COVID-19 a toda persona infectada que muere, sean cuales sean las patologías previas.

A esta dificultad se añade el hecho de que ya no es posible la realización de test masivos a la población. En Asturias, la red de atención primaria vigila a unas 4.500 personas que permanecen en sus domicilios con síntomas leves y cuya patología es compatible con el COVID-19. Son atendidos telefónicamente y considerados como enfermos por el coronavirus, pero no entran en la estadística oficial hasta que no se considera necesario su ingreso y se realiza un test que determina si padece o no la enfermedad. El alto índice de enfermos leves y asintomáticos que conlleva el coronavirus (podría rondar el 80 por ciento) hace que no sea fácil establecer unos datos homogéneos para saber cuántos pacientes realmente están infectados.

El catedrático Juan Luis Fernández ha demostrado buen ojo clínico estadístico. Hace ya dos semanas predijo que Asturias superaría el pico de contagios antes que el conjunto de España, e incluso apuntó los días en los que se producirían ambas situaciones. Para Asturias, el pasado miércoles, fecha en la que el Principado reconoció la existencia de un cambio de tendencia que, por ahora, confirman los nuevos datos. Para España apuntó el pasado fin de semana, momento en que, a tenor de las últimas cifras de contagiados, se ha producido un descenso en la tasa diaria.

Nada de eso implica que estemos ganando la guerra contra el COVID-19: al contrario, puede haberse evitado su golpe más certero, aquel que llevaría a la imposible gestión de la pandemia, pero quedan muchas batallas. La principal, garantizar la correcta atención médica para el enorme volumen de enfermos que se avecina, ante el que el personal sanitario cuenta con escasos recursos, contadas camas en UCI y un limitado número de respiradores.

Una parte de las predicciones del matemático asturiano se refiere, precisamente, a las necesidades hospitalarias, de modo que puede modelizar el comportamiento de la pandemia y su incidencia en el número de ingresos y de pacientes que necesitarán cuidados intensivos.

El trabajo de Juan Luis Fernández y Zulima Fernández Muñiz permite además estimar la cifra total de fallecidos en España a causa de esta pandemia. El matemático sitúa esta cifra en torno a las 10.000 personas. El ritmo de fallecidos diarios no comenzaría a descender de manera llamativa, según el modelo matemático, hasta pasada una semana. En ese mismo periodo se irá incrementando también el número de personas que consiguen el alta hospitalaria y se recuperan de la enfermedad.

Evolución en las comunidades autónomas

El catedrático asturiano evalúa también la predicción de evolución de la enfermedad para distintas comunidades autónomas. De hecho, sus datos son referencia para los sistemas de salud de Asturias, Cantabria y Castilla y León. Resulta llamativo el incremento de casos declarados en Andalucía. Aunque el número de contagiados se ha elevado considerablemente, no ha ocurrido así con el de ingresos, por lo que podría deberse a un aumento en el número de test realizados. Un cambio en la predicción para Andalucía supondría una modificación en las previsiones de pacientes que requerirían atención hospitalaria en Unidades de Cuidados Intensivos.

Juan Luis Fernández y Zulima Fernández Muñiz modelizan además la evolución diaria de casos no solo de toda España, sino también de los principales países europeos. Realizan también análisis de la evolución de la epidemia en todo el mundo. Autoridades sanitarias de Estados Unidos y de Pakistán han contactado con el equipo de investigadores asturianos (en el que también se encuentra el analista informático Óscar González Rodríguez).