La red sanitaria asturiana, tras dos semanas a destajo para habilitar puestos de cuidados intensivos (UCI) en hospitales de día y boxes de aislamiento, se ha convertido, de momento, en un pequeño "oasis" para el cuidado de enfermos críticos, en comparación con otras comunidades autónomas del país instaladas en el colapso. El traslado a planta de otros tres enfermos que estaban en la UCI del Hospital Universitario Central de Asturias (fue la buena noticia de ayer: ya van cinco) y el haber superado un fin de semana que se saldó con datos más positivos de lo esperado permite que la región sea de las pocas de España que puede respirar con cierto alivio estos días.
La mortalidad por COVID-19 sigue al alza con respecto a los casos diagnosticados Ayer fallecieron seis enfermos, tras los ocho registrados el domingo y otros ocho el sábado (en total van 55). Y del total de 1.091 infectados con su enfermedad activa (1.236 si se suman muertos y curados) los hospitales asturianos tienen ingresados a solo 306. De seguir así, los expertos apuntan que la pandemia en Asturias podrá durar algo más, pero resultar, a la larga, menos agresiva.
Las UCI del HUCA aún no están llenas. Entre otras razones, porque otras áreas sanitarias que en un principio no iban a tratar pacientes de coronavirus, como la de Gijón, funcionan ahora a pleno rendimiento. Según el gerente del área de Oviedo, Luis Hevia, "la hospitalización convencional (en planta) está al 60 por ciento" y el HUCA tenía ayer a 49 pacientes en la UCI. "Ahora mismo no tenemos problemas de camas y todavía tenemos margen de maniobra; estamos ampliando capacidad de camas de críticos", concretó, en referencia a la veintena de puestos que se han instalado en un vestuario del hospital. Además, los profesionales de la UCI del HUCA están propiciando que algunos enfermos mantengan videoconferencias con sus familiares a través de los teléfonos de los propios sanitarios. "Ver la cara de emoción que ponen los pacientes y sus familias compensa todos los esfuerzos", subrayó el personal de cuidados intensivos.
La entrada en juego de los hospitales de Gijón ha sido la otra pieza clave contra el colapso. Jove podría disponer, en caso de necesidad, de su Unidad de Cuidados Intensivos Intermedios (UCIn), que tiene ocho camas, y Cruz Roja ya acoge a positivos de edad avanzada. Cabueñes tiene en su UCI convencional a una media docena de pacientes (podría tener hasta 14 y adecuó otros 13 puestos hace días en otra zona de críticos del área de Cardiología) y ya empieza a utilizar su área ampliada de Urgencias en la planta baja, pese a que la afluencia de enfermos sigue siendo baja. El Hospital San Agustín (Avilés) tenía ayer a unos 40 pacientes ingresados, lo que supone una ocupación aproximada del 65 por ciento de las camas reservadas, y en su UCI, que dispone de diez camas, había solo tres pacientes. También estudia habilitar el área de reanimación quirúrgica, sumando ocho camas más para críticos.
Todos estos refuerzos permiten que la región tenga aún libres alrededor de la mitad de sus espacios de UCI (contando tanto las unidades originales como las que se están reacondicionando o podrían habilitarse). Un "lujo" del que pocas comunidades españolas pueden presumir actualmente. El personal sanitario, eso sí, pide que no se peque de "grandonismo" y que, en caso de acoger a pacientes de fuera, se haga con "cautela".
Los médicos de Castilla y León: "Nuestras áreas están saturadas o a punto de estarlo"
"¿Que si las UCIs están saturadas? Sí, algunas lo están y otras a punto de estarlo. Trabajamos a contrarreloj". Lo dice Chema Soto, vicesecretario del Sindicato Médico de Castilla y León. Es, de las comunidades vecinas, la que peor está llevando la atención de pacientes graves (han adecuado un hospital de campaña similar al del HUCA en Valladolid, pero solo para pacientes más leves) y sus trabajadores esperan que regiones como Galicia o Asturias puedan ayudarles con sus espacios libres de UCI. "Ahora mismo es importante que nos ayudemos entre nosotros. Algunas comunidades lo han entendido así, el presidente asturiano ya lo dijo, y creo que es como tiene que ser. La gente se muere, sobre todo, por la ventilación mecánica, y aquí ya no tenemos mucho de donde tirar", reconoció.
En Castilla y León las provincias más saturadas a nivel de contagios son las más cercanas a Madrid: Segovia, Ávila y Salamanca. "Ahora León y Burgos también están peor en tema de UCIs. Ya esperábamos que este fin de semana fuese brutal y, efectivamente, lo ha sido", añadió Soto. También se ha confirmado ya que el complejo leonés está habilitando camas para pacientes críticos en quirófanos y áreas de reanimación, pero parece que el problema será el equipamiento. "Camas se pueden abrir donde sea, pero no hay material. Ahora (por ayer) nos confirman que compran 640 ventiladores para toda España y 56 respiradores mecánicos. Tocamos a uno por provincia, no es suficiente, y la falta de ventilación mecánica es el criterio de letalidad más claro", razonó: "Es importante que haya colaboración entre ciudades. Puede que Madrid acabe saliendo de todo esto antes que nosotros y acabe acogiendo a pacientes de toda España, por ejemplo. Pero ahora mismo hay que ayudar a los que estamos peor".
No le consta, sin embargo, que se haya enviado algún ninguna petición oficial de ayuda. "Lo lógico sería hacerlo pronto, pero no nos han informado", aclaró. Tampoco Asturias, como ya había publicado ayer este diario, ha recibido ninguna notificación oficial. "La prioridad es garantizar la atención adecuada a los asturianos, tanto la actual como la que pueda necesitarse durante las próximas semanas. No hay previsión oficial de recibir pacientes de autonomías vecinas", concretó el Principado. El Ministerio de Sanidad, por su parte, sí aclaró ayer que ya baraja el traslado de pacientes con coronavirus entre comunidades autónomas y que ha empezado ya su ronda de contactos para saber cuáles son las más saturadas y las más liberadas. Pero el matiz aportado por el Principado es relevante. Esa "previsión de futuro" de puestos de UCIs resultará clave para decidir cómo se organizaría ese posible traslado de pacientes de fuera. Como la estancia media en una unidad de críticos es de más de dos semanas, si una UCI se llena va a tardar días en liberarse. De ahí la preocupación en León. "Es lo más limitante; la falta de respiradores y espacio que puedan ingresar críticos que, además, pueden tener que quedarse ahí 20 días", completó Soto. La comunidad castellana tenía ayer a 307 ingresados en UCI y, de ellos, unos 40 en el complejo leonés, que ya había acondicionado cuatro puestos en quirófanos y que trabaja ahora en habilitar otra media docena. A partir de ahí, no hay más margen.
Si la comunidad pide ayuda esta semana, el personal reconoce que "lo lógico" será hacerlo a Asturias, Galicia y Cantabria. Esta última apenas tenía ayer a medio centenar de pacientes en la UCI pero el sector médico teme que los cántabros no hayan alcanzado aún su pico ni aplanado una curva que se ve algo más clara en Asturias. Además de las citadas, otras comunidades "aliviadas" en cuanto a ingresos de enfermos críticos son Extremadura, Murcia y La Rioja, que barajan cifras similares a las asturianas. Madrid y Cataluña tienen cada una a unos 1.500 enfermos en sus UCIs, por lo que aunque dispongan de más medios su capacidad de ayudar a otras ciudades es, por el momento, nula. España, en cifras totales, supera en contagios a los registrados oficialmente en China. Mientras tanto, a Asturias le queda pendiente rematar varios flecos: Inspección de Trabajo da al Sespa de límite hasta hoy para que les envíe información sobre cómo se dispensan los equipos de protección individuales a los trabajadores. La "bronca" surgió a raíz de una queja formal del sindicato Usipa-Sicepa.
