Capsa (filial industrial de Central Lechera Asturiana) y Nestlé gratificarán a la plantilla de fábricas mientras dure el estado de alarma como reconocimiento al esfuerzo del personal de producción. Ambas compañías, con plantas en Asturias, se suman así a decisiones análogas que ya anunciaron las cadenas asturianas de supermercados Alimerka y Masymas, que también están manteniendo la plena actividad. Alimerka anunció ayer más medidas de seguridad.

Capsa. La filial de Central Lechera Asturiana pagará con carácter retroactivo al 26 de febrero una gratificación mensual por una cuantía no precisada al personal de producción de todas sus fábricas mientras dure la pandemia.

Nestlé. La multinacional suiza, con fábricas en Gijón y Sevares (Piloña), abonará una gratificación de 500 euros mensuales desde el 15 de marzo a los empleados de producción de sus diez plantas en España y el centro de distribución de Guadalajara. Y al conjunto del personal que se pueda ver afectado por el coronavirus le garantiza el sueldo íntegro durante al menos doce semanas.

Euskaltel. La operadora vasca Euskaltel (dueña de la asturiana Telecable) mantiene los planes de comercialización en el conjunto de España con la marca Virgin. Aunque el estado de alarma prohibe la portabilidad de los números de telefonía (lo que es un obstáculo para captar clientes), Euskaltel dijo que su plan de expansión se abordará en el segundo trimestre, según lo previsto, una vez que cese la alarma. La operadora destacó su fortaleza y la seguridad que le aporta tener centros de trabajo en País Vasco, Asturias y Galicia con "amplia redundancia".

EDP. La compañía energética portuguesa EDP, con gran implantación en Asturias, afirmó en Lisboa que prevé cumplir los objetivos de su plan estratégico, sin introducir cambios en él pese a la pandemia. También descarta interrumpir la actividad, y señaló que sus proveedores le han dado garantía de suministro.

Thyssenkrupp. La Fundación RAG, que en septiembre será uno de los tres nuevos dueños del negocio de elevación de Thyssenkrupp (con centros en Mieres y Gijón), expresó que el coronavirus no alterará los planes de esta empresa porque "el crecimiento de las metrópolis es una megatendencia" y porque su negocio de servicios es muy estable, como se vio en la crisis de 2008