El presidente de EE UU, Donald Trump, se fijó ayer un nuevo objetivo en la lucha contra la pandemia COVID-19. Abandonada su idea de la pasada semana de tener "reanimada" la economía de EE UU para el 12 de abril, domingo de Pascua, Trump consideró que sería un "trabajo bien hecho" contener el número de fallecidos en 100.000.

Trump matizó que se trata de una cifra "horrible", por lo que los muertos podrían ser "tal vez incluso menos". EE UU registraba anoche 156.931 infectados desde el inicio de la pandemia, con un saldo de 2.880 víctimas mortales y 5.579 curaciones. Sus casos "activos" eran, pues, 148.472.

El nuevo objetivo de Trump fue enunciado pocas horas después de que el principal responsable científico de la lucha contra el SARS-CoV-2 en EE UU, Anthony Fauci, estimase que podría llegarse a "millones" de contagios en todo el país y cifrara los posibles muertos entre 100.000 y 200.000.

Fauci se ha convertido en uno de los rostros más reconocibles de la lucha contra la pandemia, ya que su información da un contrapunto de seriedad a los imprevisibles pronósticos y objetivos que señala Trump a golpe de tuit.

Fauci, director del Instituto de Enfermedades Alérgicas e Infecciosas, insistió en que no es el momento de hacer pronósticos sobre el alcance de la enfermedad, ya que en EE UU está en una fase de gran fluidez. Sí mostró, en cambio, su preocupación por la baja capacidad que tiene aun el país para detectar los vectores de transmisión de la infección.

Trump aprovechó su comparecencia para anunciar que las medidas de distanciamiento social, mucho más relajadas que las adoptadas en numerosos países de Europa, se ampliarán hasta el próximo 30 de abril. Olvidada la fecha del 12 de abril, aseguró que espera que se produzcan "grandes cosas" para el 1 de junio.

La Casa Blanca ha hecho un llamamiento a las extensas zonas rurales de EE UU para que no se confíen y "se preparen para lo peor". "Aunque penséis que no va a llegar, tenéis que estar preparados", advirtió la coordinadora de respuesta al virus, Deborah Birx. "Hasta que no llega a los grupos más vulnerables no ves las hospitalizaciones" y entonces "podría ser demasiado tarde", lamentó.