"Buenas noches. Supongo que estos días tendrá usted el correo desbordado así que seré muy breve. Mi nombre es Marienca, vivo en un pequeño pueblo de Asturias y soy una trabajadora autónoma. Hoy escuché en la radio lo que están haciendo y que piden una ayuda para continuar con ello. Aunque soy madre de familia numerosa y el dinero no me sobra, creo que hacer una donación a su causa es una forma de colaborar en su proyecto y ayudar a nuestros héroes. No puedo ni sé cómo hacerlo de otra manera. Como bien dice en su carta: juntos somos más fuertes. Estoy convencida de que nuestra arma más potente en esta lucha es el amor incondicional. Muchas gracias por su solidaridad. Les envío mucha salud y todo mi respeto y cariño. Saludos cordiales".

La asturiana Marienca Gago se ha convertido, sin pretenderlo, en una heroína más en la lucha contra la pandemia de coronavirus. En la noche del martes remitió este mensaje a Viena Capellanes, empresa familiar de origen gallego especializada en catering y repostería que ha instalado un "food truck" a las puertas del recinto ferial madrileño Ifema para donar comida y bebida gratuita a los cientos de profesionales que se están dejando la piel, y la salud, en el hospital de campaña. La firma está desbordada y acaba de abrir una campaña de recogida de donaciones. La de Marienca Gago fue la primera aportación que llegó de fuera de la comunidad de Madrid. "El primer mensaje que hemos recibido es de una asturiana que nos ha llegado al corazón. Estamos muy emocionados, una mujer que seguro que lo necesita ha donado su dinero tras oír en la radio en qué consiste nuestra iniciativa", explica al otro lado del teléfono Antonio Lence, director general de Viena Capellanes.

La admiración es mutua. "A mí me llegaron ellos al corazón. Han puesto de manera desinteresada un autobús de comida en Ifema. Pienso en todo ese personal sanitario, policías y otros profesional que están ahí currando y que no tienen ni para tomar un triste café€ Oí por casualidad en la radio la iniciativa, me metí en el ordenador para ver cómo podía ayudar, vi que era súper sencillo y aporté mi pequeño grano de arena. Estoy en contacto con amigas de Madrid y aquello es Vietnam", cuenta ella, vecina de Luarca (Valdés), madre de cuatro hijos, abuela de una "nietina preciosa" (Sabela), una de esas autónomas que lo está pasando mal. Pero de eso, "mejor ni hablar".

Marienca es artesa de bebés reborn (muñecos hiperrealistas) y presume de ser una de las primeras del país en lanzar una empresa online (creatubebe.com) que suministra material para hacerlos. Socia de Cruz Roja, colaboradora en la lucha contra el cáncer, puede que en nada esté "con una mano delante y otra detrás" (es una de esas autónomas que no entra en las ayudas que ha impulsado el Gobierno). Pese a todo, ha donado 100 euros a Viena Capellanes para su food truck de Ifema. "No me sobra el dinero, ni mucho menos, pero yo pienso que el dinero también hay que usarlo en ayudar a los demás. Estamos en plena III Guerra Mundial. El enemigo es invisible y no sabemos nada de él. No somos conscientes de la que se nos viene encima", dice.

Su aportación ha sido recibida con especial gratitud por la empresa impulsora de la iniciativa, que desde que se decretó el confinamiento se ha volcado en hacer llegar sus platos a quienes más los necesitan. Viena Capellanes, con una veintena de establecimientos en Madrid (ahora cerrados al público la mitad), comenzó surtiendo comida a los comedores sociales de la capital, suministra también menús especiales a escolares beneficiarios de ayudas de comedor (ya ha llegado a 75 municipios madrileños) y acaba de sumar a su red solidaria el food truck de Ifema.

Así surgió la idea, según Antonio Lence: "El domingo nos llamaron del Samur. Ya habíamos colaborado con ellos en el operativo de los atentados del 11M. Es que lo que está pasando en Madrid€ Mucha gente mayor está cayendo (se le quiebra la voz). Nos pidieron una cafetera, no tenían ni dónde tomar un café. En vez de la cafetera, llevamos nuestro autobús convertido en food truck. Empezó como una cafetería pero ya hay de todo. Empezamos a buscar ayuda de otros para cuidar a quienes nos cuidan. Empresas y particulares están donando productos y dinero. Está siendo un movimiento muy bonito y emocionante". Viena Capellanes también tiene algo del Principado. La médica asturiana Margarita Gutiérrez Puebla, exgerente del Hospital de Jarrio (Coaña), es la esposa del presidente de la empresa y también está volcada con la iniciativa desde la retaguardia.

Entre esos particulares está Marienca, que está cumpliendo a rajatabla el confinamiento en su piso de Luarca con su marido y tres de sus cuatro hijos (la mayor, madre de su nieta, reside en Alemania). "Estamos esperando a que el Gobierno nos saque las castañas del fuego pero los españoles nos ayudamos mutuamente en las desgracias y creo que esa solidaridad es la que va a ayudar a que salgamos de esta. La solidaridad empieza por no salir de casa más que para lo justo y necesario. Nosotros somos familia numerosa y hacemos una compra por semana", dice.

También anima a arrimar el hombro colaborando con entidades no gubernamentales. "Yo le digo a mis amigos: si cada ciudadano de esta país, o la mitad, diese uno o dos euros a Cruz Roja o alguna entidad que está ayudando a los médicos, al personal sanitario, no te quiero ni contar la de dinero que supondría€ Otras personas están colaborando haciendo mascarillas y su tiempo es oro. Yo he aportado lo que he podido a esa iniciativa que me llegó al corazón. Y lo he difundido en mi Facebook por si otros quieren colaborar. No soy nadie para decir lo que tiene que hacer la gente su dinero, pero ahí queda".