La sanidad asturiana tenía algo muy valioso y, además, ha conseguido reforzarlo en los últimos días: una potente dotación camas de cuidados intensivos (UCI), indispensable para dar respuesta a los casos más graves de infección por el COVID-19. Sin embargo, la habilitación de nuevos espacios en varios hospitales de la región, con sus correspondientes equipamientos, no lo es todo para garantizar un tratamiento adecuado. Ahora, el Servicio de Salud del Principado (Sespa) está buscando dos bienes necesarios y muy escasos en el mercado. Uno humano: enfermeras y auxiliares de enfermería que sepan manejarse en una unidad de pacientes críticos. Y otro material: respiradores para dar apoyo artificial a los pacientes que sufran una insuficiencia respiratoria más aguda.

"El Sespa nos ha dicho que los respiradores que han encargado llegarán esta semana", indicó ayer a este periódico José Antonio Vidal, responsable del área de atención especializada del Sindicato Médico de Asturias (SIMPA). Concepción Saavedra, gerente del Sespa, explicó el pasado viernes en la Junta General del Principado que su Departamento estaba pendiente de la llegada de "más de treinta respiradores".

La cuestión de las enfermeras es aún más compleja. La bolsa de enfermeras demandantes de empleo del Sespa, y aún escasean más las profesionales que tienen un perfil idóneo para trabajar en una UCI. Que están capacitadas, por ejemplo y sin ir más lejos, para manejar un respirador.

Estos dos retos deberán ser abordados por las autoridades sanitarias conforme aumente en los próximos días en el Principado la cifra de afectados por el coronavirus y, en paralelo, vaya siendo más numeroso ese 5 por ciento (aproximado) de infectados por el COVID-19 que presenta síntomas más graves. Ayer, la cifra de ingresados en UCI pasó de 61 a 72.

A juicio de los sindicatos, hay más prioridades. "No sólo es necesaria una dotación de recursos humanos, sino que resulta fundamental velar por la seguridad del personal que trabaja tanto en la UCI como en el resto de unidades y servicios. Estamos recibiendo multitud de quejas sobre la escasez de medios materiales, sobre todo de protección", enfatizó Graciela Martínez, coordinadora de sanidad de USIPA.

En el epígrafe de los respiradores hay -valga el juego de palabras- algunos pequeños respiros en forma de cesiones de máquinas. El Hospital Begoña, de Gijón, ha cedido al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) tres de sus cinco respiradores. El centro privado gijonés responde así al llamamiento formulado por la Consejería de Salud. "Nosotros ahora estábamos dándoles poco uso, al haber bajado la actividad, así que optamos por cederlos", señaló el director gerente del Begoña, Pablo Hernández, quien subrayó que se quedan con otros dos equipos "para atender posibles urgencias".

A continuación, ofrecemos un recorrido por los diversos "frentes" en la batalla de la sanidad regional contra el coronavirus:

Oviedo. En la UCI del HUCA se repitió ayer la buena noticia de que algunos enfermos de coronavirus -en este caso, dos- que llevaban un tiempo ingresados pudieron ser trasladados a planta tras superar los embates más agresivos de la infección. También ayer, la primera paciente que había pasado de la UCI a planta -de 56 años- fue dada de alta y por fin pudo abandonar el hospital ovetense e irse a su casa. El HUCA está rematando la habilitación de una unidad de cuidados intensivos en la zona que ocupaban los vestuarios del área de docencia del complejo sanitario. Anoche estaban ingresados 36 enfermos de COVID-19 en la UCI polivalente y 20 en la que suele destinarse a pacientes con patologías cardiacas.

Gijón. El Hospital de Cabueñes está aguantando por el momento la presión asistencial. El centro gijonés cuenta con tres plantas reservadas para pacientes que hayan dado positivo en COVID-19, otras dos con pacientes a la espera de resultados y una tercera de enfermos con altas sospechas de poder haber contraído el virus. En la UCI tienen seis infectados. Por ello, y ante la escasez de espacio, están comenzando a derivar enfermos que no tengan coronavirus a otros centros sanitarios de la ciudad, tanto a Jove -que se mantiene como hospital "limpio", sin pacientes de coronavirus, aunque tiene una planta reservada para personas con síntomas compatibles- como al Hospital de Cruz Roja, al que van pacientes geriátricos que sí están contagiados. Está previsto que hoy comiencen a acortarse los turnos de los facultativos de Cabueñes, para evitar que el personal de urgencias se vea obligado a estar muchas horas con los equipos de protección individual (EPI) puestos. Estas prendas son muy molestas. Así, se suspenden los turnos de 14 y 24 horas, aunque se mantiene el turno nocturno de 10 horas.

Avilés. El Hospital San Agustín terminó el día de ayer con nueve camas de su UCI ocupadas sobre un total de diez. La previsión era habilitar más espacios para enfermos graves en la zona de quirófanos. Asimismo, el centro estaba acondicionando nuevos espacios en las plantas de hospitalización, en el ala sur, para enfermos de COVID-19. Esto es posible gracias a la reducción de la actividad asistencial, que permite ganar espacios en la zona de ingresos: solo se están realizando cirugías urgentes como, por ejemplo, las de cáncer.

Cuencas mineras. En el Hospital Valle del Nalón (Riaño, Langreo) hay ingresados doce pacientes con coronavirus, y veinte más que presentan síntomas compatibles con la enfermedad también permanecen hospitalizados, a la espera de que las pruebas determinen si están infectados o no. Mientras tanto, en el Hospital Álvarez Buylla (Mieres) permanecían ingresados en planta algo más de cincuenta pacientes, a primera hora de la mañana se habían producido unos 21 ingresos positivos y una decena de personas estaba a la espera de los resultados de la prueba del coronavirus. De momento, el centro mierense no se encuentra saturado. La unidad de cuidados intensivos del complejo sanitario de Riaño funciona con normalidad, sin pacientes con coronavirus y preparada para desdoblar su capacidad si fuera necesario. El Álvarez-Buylla no dispone de UCI, aunque va a habilitar ocho camas para las que ya se está buscando personal: ese bien tan escaso en algunas categorías.