Los trabajadores de los centros públicos de atención a menores y personas con discapacidad se ven relegados y desatendidos en la lucha contra el coronavirus. Los datos que reconoce el Principado cuentan al menos dieciocho casos positivos entre profesionales y residentes pese a que los empleados denuncian que no se les han hecho pruebas hasta los últimos días y que muchos de ellos, afirman fuentes sindicales de CSIF, han tenido que someterse a ellas por su cuenta. Se ha dado alguna escena, lamentan, en la que ha sido el propio trabajador el que ha llamado a la dirección de su centro para comunicar que tenía la enfermedad.

La residencia para personas dependientes Arco Iris, de Oviedo, es la más afectada en este sector, con once profesionales y cinco residentes. El centro, donde la propagación de la enfermedad ha obligado a medicalizar un módulo, es el único de este ámbito en el que se han hecho test, "y los primeros llegaron a finales de la semana pasada", relata una trabajadora. En el resto, donde según la representación sindical apenas se han practicado pruebas, la Consejería de Derechos Sociales reconoce un positivo en el centro gijonés de Cabueñes, que atiende a personas con discapacidad -los trabajadores dicen saber de dos-, y uno en el alojamiento de menores de Colloto, que según el Principado se detectó antes del confinamiento.

"La Consejería tampoco ha informado a los trabajadores que han estado en contacto con esos positivos", afirma la misma fuente. Los profesionales cuestionan además el criterio empleado para movilizar al personal y afirman que incluso se ha destinado a técnicos de escuelas infantiles a reforzar centros de atención de menores. Han denunciado el caso de una directora que "llegó a llamar al médico de familia para preguntar por la situación sanitaria de una trabajadora" que a su requerimiento de incorporación inmediata le presentó un justificante médico.

Dos fugados

Dos fugados de centros de menores fueron detenidos además en las últimas horas. El Juzgado acordó ayer una medida de internamiento cautelar para una joven localizada el lunes caminando por el arcén de la Autovía del Cantábrico. En Oviedo, la Policía Local detuvo a un menor fugado de un centro de Llanera que circulaba por Teatinos en bicicleta y vestido con bata y zapatillas.