"La población general se protege cumpliendo el aislamiento en su domicilio y manteniendo la distancia de seguridad, de al menos 1,5 metros", dice la médica de familia valdesana María Teresa Suárez, ante la fiebre de la población por el uso de mascarillas y guantes para protegerse del COVID-19. A la distancia hay que añadir la importancia del lavado exhaustivo y frecuente de manos con agua y jabón. La doctora insiste en que la Organización Mundial de la Salud (OMS) no recomienda el uso de mascarillas para la población general sana, solo en caso de infección.

"Las mascarillas normales están diseñadas para proteger de dentro hacia afuera, es decir evita que si tú tienes el virus puedas contagiar a otros, pero no evita que tú te contagies porque el virus puede atravesarlas. Tienen un nivel de eficacia mínimo y pueden inducir a las personas a estar más próximas de lo debido", precisa la doctora. Duda de la eficacia de las mascarillas de tela que se están haciendo de manera solidaria, aunque entiende que la gente quiera "sentirse útil".

La técnica en prevención de riesgos Valeri Lindín considera un error recurrir a las de confección casera: "No sirven para nada, es como si te pusieras una servilleta. No tienen validez y no protegen. Es peor llevarlas porque dan una falsa sensación de protección". Las mascarillas de tela, salvando las distancias, se podrían enmarcar en lo que se conoce como mascarilla quirúrgica o de bricolaje, que no protege del virus. Estas mascarillas son las que los hospitales ponen a los enfermos con COVID-19 para evitar que lo propaguen. Las que protegen al usuario sano son las autofiltrantes (Filtering facepiece o FFP), diseñadas "para trabajar de fuera hacia adentro". Aquí hay tres categorías en base a su eficacia de filtración: FFP1 (78%), FFP2 (92%) y FFP3 (98%). Las dos últimas son las más recomendadas para proteger frente a los virus gripales y las que deberían usar siempre los profesionales sanitarios y otros expuestos a personas infectadas.

Los expertos indican además que hay que ajustarlas bien para evitar que entre la contaminación. También hay que saber ponerlas y quitarlas para evitar contaminarse: no se debe tocar la parte exterior (se retira manipulando las gomas o cintas, nunca tocando el cuerpo de la mascarilla), hay que lavar bien las manos antes de ponerla y después de quitarla y no se deben reutilizar, además de ser importante cambiarla cuando se humedece.