La cifra de muertos (849) y de contagiados (9.222) por coronavirus en España, dadas a conocer ayer, son las más elevadas en un solo día desde que comenzó la pandemia de COVID-19. Sin embargo, algunos expertos y las autoridades sanitarias atribuyeron este repunte de infecciones a retrasos en las notificaciones de incidencias ocurridas el fin de semana. Asimismo, insistieron en que se mantiene la tendencia que permite vislumbrar, aún en la lejanía, la salida del túnel de la pandemia.

Entre tanto, en Asturias la cifra de infectados aumentó ayer un 7 por ciento, en 86, hasta llegar a 1.322. Se registraron 8 muertos -3 de ellos de residencias de mayores-, para alcanzar los 63. Y se computaron 19 curaciones, que ya suman 109. Los hospitalizados son 390: de ellos, 318 en planta y 72 en unidades de cuidados intensivos (UCI). El primer asturiano infectado por coronavirus, el escritor Luis Sepúlveda, lleva en la UCI del HUCA desde el pasado 29 de febrero. Todo es posible, pero su situación es muy complicada.

El ministro de Sanidad, Salvador Illa, aseguró ayer que España se encuentra ya en fase de estabilización en la lucha contra el virus, tras registrar un punto de inflexión el 25 de marzo con un crecimiento medio en nuevas infecciones del 12 por ciento. El objetivo de esta semana, que será "complicada y dura", es la ralentización de los contagios, precisó el ministro.

La nómina de fallecidos sigue aumentando en términos absolutos pese a que por quinto día consecutivo descienden en Madrid. Son ya 8.189 y los contagiados 94.417, en ambos casos por encima de los contabilizados en Italia en fechas similares de la evolución de la epidemia. Salvo sorpresa, España llegará hoy a la simbólica cifra de 100.000 contagiados.

El Ministerio de Sanidad reiteró que no se descarta "en absoluto" el traslado de pacientes entre comunidades para reducir la presión en las UCI, pero matizó que se hará de una manera consensuada con las autonomías, cuando estas manifiesten sus necesidades. La doctora María José Sierra, jefa de área del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias y Sanitarias, admitió que la situación de las UCI constituye "una gran preocupación" para el Ministerio. Se ha barajado la posibilidad de que Castilla y León pida ayuda a Asturias, que hasta la fecha presenta una situación más holgada en sus unidades de enfermos críticos.

De vuelta a las cifras anunciadas ayer, María José Sierra indicó que se mantiene la tendencia a la baja confirmada en los últimos cinco días. En los mismos argumentos incidió, a través de una conexión telemática, el director Fernando Simón, en cuarentena tras dar positivo a la COVID-19, al señalar que de la curva de nuevos casos se desprende "claramente que en diferentes comunidades se han producido cambios importantes" en la evolución de la pandemia.

Simón enfatizó que "ahora mismo no tiene sentido plantear más medidas ni dar un salto cualitativo" sin antes haber valorado el impacto de las decisiones tomadas hasta el momento: "Esto no es una carrera hacia arriba, no es a ver a quién se le ocurre una medida nueva, sino tratar de aplicar las más coherentes".

Por su parte, Sierra señaló que al final de esta semana se puede tener una idea clara de cómo está evolucionando la situación, tras apuntar que en estos momentos se están realizando cerca de unos 20.000 test diarios. En el momento actual, estas pruebas diagnósticas sólo se practican a los enfermos con cuadros más graves y al personal sanitario, por lo que los afectados por el virus con síntomas leves y los asintomáticos no se registran en los partes diarios del Ministerio de Sanidad.

Muchos expertos estiman que el número de infectados podría ser al menos diez veces superior al que recogen las actuales estadísticas e incluso mayor, según otros informes como el que acaba de publicar el Imperial College de Londres, que cuantifica en un promedio de siete millones los contagiados en España, al que sitúa como el país europeo más afectado, y cifra en 16.000 las vidas que habrían salvado las medidas de prevención.

Fernando Simón indicó que estos estudios reflejan que España ha logrado reducir "muy considerablemente lo que se hubiera observado si no se hubiera hecho nada", aunque advirtió que los modelos son simplificaciones de la realidad, porque no pueden incluir todas las complejidades de lo que realmente pasa.

El ascenso de casos nacionales, atribuido por el Ministerio al retraso de datos del fin de semana, no varía la predicción del matemático asturiano Juan Luis Fernández, quien cree que el pico ya ha pasado. Otro tanto ocurre en Asturias, según el modelo, incluso teniendo en cuenta el leve repunte de ayer.