La residencia de mayores La Comarca del Mayor, en Nava, está cerrada a cal y canto desde ayer. Dentro, 34 residentes y una docena de trabajadores conviven desde ayer para evitar que los mayores se contagien del temido COVID-19 que está haciendo mella en diferentes geriátricos de la región. El director del centro ya pensó en confinarse con los residentes hace días, pero esperó a la llegada de test para verificar si había algún positivo entre la plantilla. Unos test que aún no han llegado y, por ello, decidieron ayer enclaustrarse el director, el enfermero, el responsable asistencial, la gerocultora y otros ocho empleados.

El personal habilitó un dormitorio para mujeres en la sala de audiovisuales y otro para hombres en el ático, con camas separadas por biombos. Cuentan con comestibles para 20 días y Protección Civil les surtirá las medicinas. En caso de que el encierro dure más tiempo, el personal en el exterior se encargará de llevarles más alimentos. "Se hace esto para que no haya riesgo de contagio y así proteger a los residentes al máximo. De momento, todos están bien, ninguno tiene síntomas", concretó el director de la residencia, Benigno Martínez.

El lema del encierro es "Por mil razones", las que han hecho que los trabajadores dejasen a sus familias a un lado para atender a los mayores en esta situación crítica. Esperan que la ciudadanía envíe al correo lacomarcadelmayor@gmail.com las razones por las que consideran que los mayores merecen cariño, admiración y respeto. El personal confinado leerá todos los días estos mensajes a las ocho de la tarde.