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Los mercadillos asturianos se reinventan por el confinamiento y lanzan "un amazon rural"

Participantes del mercado habitual de Soto de Luiña se organizan para ofrecer sus productos en "tenderetes virtuales" y facilitar que los clientes vayan al mercado sin salir de casa

Susana Velázquez, artesana que ha impulsado el mercadillo virtual de Soto de Luiña ante el cierre por coronavirus

Ante la imposibilidad de acudir a vender sus productos a los mercados, suspendidos por la crisis sanitaria originada por el coronavirus, una artesana de Valdés ha encontrado una alternativa: poner en marcha una novedosa idea para acercar los productos artesanales y de la huerta al público en las redes sociales.

Dice Susana Velázquez Rufo, artesana que vive en Otur (Valdés) que la idea de llevar al mundo virtual un mercado artesanal y de productos de la huerta, surgió por los difíciles momentos que está pasando este gremio a causa del coronavirus, dado que no tienen ahora dónde vender sus productos al prohibirse los mercados y las reuniones vecinales.

“Estamos muy preocupados. Yo pertenezco a un grupo de washapp de artesanos de todo el país, donde la mayoría son asturianos, y no le vemos salida a esta situación, sobremanera porque, aun cuando ya se permita salir, no vemos muy claro que se puedan volver a celebrar tan pronto mercados al aire libre”, señala esta mujer, que impulsó poner en marcha este “mercado virtual” tanto para dar a conocer la producción de los artesanos y acercarlo a los clientes, como para animar a todo un gremio que, como tantos trabajadores, está pasando horas bajas.

“Quiero que sea una chispa de esperanza para los artesanos, hay que pensar cosas, ideas para buscarnos una salida, por pequeña que sea. Es una forma de apoyo mutuo, porque lo estamos pasando mal, pero vamos a salir adelante”, señala esta artesana que, bajo la firma “Artesanía Luna Azul”, se dedica al macramé y el pirograbado.

A la llamada para participar en este primer mercado virtual ya respondieron un buen número de artesanos y emprendedores rurales, la gran mayoría de Asturias. Así y desde su casa, el próximo domingo 5 de abril, todos los que disfrutan de ir a pasear por los mercadillos y encargar una tarta, comprar un collar, unas fabas o una cerveza artesanal, podrán hacerlo asomándose a la página de facebook “Mercado mensual de Soto de Luiña”, que han venido organizando cada tercer domingo de mes la Asociación El Carbayu y para el que esta artesana buscaba participantes. De hecho estarán varios de ellos.

El funcionamiento es sencillo. Cada 10 minutos irán apareciendo en la citada página de facebook uno a uno los participantes mostrando su trabajo, lo que ofrecen y un número de contacto. También habrá quien grabe en vídeo su presentación personal o bien un momento de su trabajo en el taller.

“Los clientes pueden ponerse en contacto con ellos y adquirir sus productos, que se pueden enviar por correo o con otras empresas que siguen trabajando. Queremos ser el 'amazon rural', vaya. Tenemos que movernos y esperamos y confiamos que esta idea, al menos, nos dé esperanza, porque nosotros tenemos que seguir viviendo y para ello hay que vender aquello en lo que trabajamos”, matiza esta artesana, cuyo objetivo es invitar a acudir a la cita, desde el sillón de casa, a cuantos gustan de ir a mercadillos.

Así, y entre otros, mostrarán sus productos en sus “tenderetes virtuales” de Soto de Luiña, además de esta artesana, Naviega Cerveza Artesana, “Tierrina” productos de la huerta; Confitería Aimar, El Obrador de San Cosme, Setaramundi, el Taller de Vidrio de Ovio, Bemahe Artesanía Navia; Fabas Finca el Ribeiro o Artesanía Ecológica Gijón.

“No sé si se venderá mucho, pero al menos nos dará publicidad y nos pondrá en valor. Queremos que la gente nos conozca y que sepan seguimos ofreciendo nuestros productos”, señala esta artesana .

La cita, el próximo domingo 5 de abril, en la página “Mercado Mensual de Soto de Luiña”, con su primer “mercadillo virtual”. Este empezará a las nueve de la mañana y la página dejará de moverse, como si se cerrase el mercado, a las 13.00 horas. Pero si la gente entra más tarde, verá todos los artesanos que se metieron por la mañana porque quedan para siempre en la página.

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