El Principado trata de reforzar las plantillas de los geriátricos y atajar el riesgo de que los contagios por COVID-19 entre el personal derive en una carencia de profesionales, un temor que ya fue trasladado tanto desde los centros públicos como privados. De ahí que el Servicio de Salud del Principado (Sespa) haya contratado a 109 profesionales -sanitarios y no sanitarios- para reforzar las plantillas actuales. De ellos, 52 se incorporarán a los centros públicos, mientras que 44 van destinados al Centro para Personas con Discapacidades Neurológicas de Langreo (Credine), y otros 13 al Centro de Apoyo a la Integración Arco Iris. Estos contratos suponen una inversión de más de 600.000 euros para dos meses.

Las cifras de afectados por coronavirus en los centros geriátricos siguen al alza, aunque contenida, según los expertos y la propia administración regional. Además, se ha registrado un fallecimiento más, en este caso en una residencias privada, y ya suman en total 29. El numero total de infectados, entre residentes y profesionales, se eleva en conjunto a 273.

Los datos facilitados ayer por la Consejería de Derechos Sociales indican que el número de ancianos infectados por coronavirus aumentó en 19 entre el martes y el miércoles, pasando de 185 entre las residencias públicas y privadas a 204 personas. También han aumentado el número de profesionales afectados en 4 más, hasta 69.

La lista de residencias públicas con casos positivos y fallecimientos se mantiene estable en 11, aunque aumentan en 16 los casos de residentes positivos (hasta 163) y en 2 los profesionales (suman 55). La de Grado suma el mayor número de fallecimientos acumulados, con 16. En la de Palacio de El Villar (Castrillón) son 4 y uno en las ovetenses de Santa Teresa y Naranco.

En cuanto a las residencias privadas, ayer se sumaron dos nuevas con casos de infección y ya suman 15. Los residentes afectados suman 41 (3 más que el martes) y 14 los profesionales (2 más).

Una de ellas es la residencia de la Asociación benéfica hospital asilo de Luarca, en Valdés, que ayer hizo público su primer caso de COVID-19. La dirección, que desde hace semanas mantiene un estricto control en las instalaciones y la atención personal a los usuarios para evitar la entrada del patógeno, aseguró ayer que "es momento de guardar la calma, la serenidad y gestionar la situación tal y como nos indican nuestros coordinadores de área sanitaria y del centro de salud". La dirección pide especialmente a las familias "guardar la calma" porque "son momentos difíciles para todos".

El avance de los contagios, aunque sea contenido, ha llevado al Principado a habilitar una partida para nuevas contrataciones. Así, en centros del ERA ya se han incorporado 52 personas que se coordinarán con el personal que ya trabaja en los centros. Son un médico, 44 enfermeras y 7 técnicos auxiliares de enfermería. También se ha nombrado provisionalmente a 19 supervisores de área de enfermería y a un jefe de sección facultativo como apoyo al ERA.

Otros 6 médicos, 8 enfermeras, 26 técnicos en cuidados auxiliares de enfermería, 2 celadores y 2 auxiliares administrativos han sido destinados al Centro para Personas con Discapacidades Neurológicas de Langreo (Credine), habilitado para acoger a enfermos desviados tanto desde hospitales como de centros sociosanitarios.

Además, el Centro de Apoyo a la Integración Arco Iris contará con 13 profesionales: 8 enfermeras y 5 técnicos en cuidados, según explicó el SESPA.